artistasLa controversia por la gran cantidad de mega show o espectáculos artísticos que se financiaban con dinero del Estado (de los contribuyentes) durante los años de gobierno Kirchnerista parece no haber terminado, y la polémica por si esta es la manera de apoyar a la cultura o no; parecería inconducente si se trata de un debate ideológico.
Pero cuando los que opinan son los artistas, y sobre todo aquellos que se negaron a ser parte de las «grillas de espectáculos oficiales»; el tema se torna más claro. No se trata de que los gobiernos no estimulen los eventos culturales y populares; se trata de «no robar» con esa excusa. También es una cuestión de «prioridades» en momentos en que el país atraviesa una crisis económica profunda, no debería ser un dilema destinar recursos a salud, educación e incluso «comida», antes que organizar «mega eventos» millonarios.
Hay que recordar las críticas que lanzó el actual presidente Javier Milei cuando se conocieron las cifras que el gobierno de La Rioja pagana a la «súper estrella» Lali Esposito para hacer una presentación en esa norteña provincia.
«Si sos un parásito que vivió chupando de la teta del Estado estás en problemas. Y si tus opiniones políticas están en línea con el espacio político que te pagó las presentaciones, sos un mecanismo de propaganda política», había enfatizado Milei en medio de una discusión en redes sociales, exponiendo algo que se extendió durante toda la «era K» cuando se pagaban millones a artistas que tenían el mismo signo político.
Este tema volvió a quedar expuesto esta semana en declaraciones del reconocido roquero, Juanse, líder de la banda Ratones Paranoicos durante una entrevista con el portal de noticias Infobae. La sorpresa fue el ejemplo que eligió para exponer esta práctica cuestionable de los usos del dinero público, al mencionar a Caleta Olivia.

Lejos de ser parte de las típicas discusiones a «a favor y en contra» que se dan en las redes sociales; el caso de los artistas financiados por el Estado está lejos de ser un «debate para entretener»; ya que la situación en si misma podría configurar un delito: «malversación de fondos públicos»; como mínimo.

Uso político

Mientras se prepara para su gira final, el Última Ceremonia Tour», en donde la banda se despediría de los escenarios, Juan Sebastián Gutiérrez, dialogó con la periodista Tatiana Schapiro; la misma que realizó la única entrevista a Fabiola Yañez desde que denunció a su ex pareja el ex presidente Alberto Fernández.
Durante la entrevista en la que se tocaron diversos temas referidos a la historia de la banda y la actualidad del país; fue inevitable hablar de los artistas «pagados» por el gobierno Kirchnerista.
¿Qué mirada tenés de este debate que se está dando sobre la participación del Estado en los festivales de los artistas?, le pregunto Schapiro para contextualizar.
La respuesta de Juanse fue extensa, y mencionó que se trataba de una práctica habitual de los gobiernos, pero aclaró que él siempre se mantuvo alejado. «Creo que, en el 86, 87, tuvimos una gira con (Eduardo) Angeloz. Nada que ver políticamente, pero la gira nos abría el camino: iban multitudes a todos los shows que hacíamos. El Estado estaba demasiado extendido, ¿sabés? O sea, estábamos. Íbamos a ser víctimas del Estado. El pueblo acompañó un proceso que duró casi 20 años, y llegó un momento en que la propuesta se agotó. Hay que ver qué pasa con lo que viene. Después, nosotros tenemos la libertad de elegir si vamos a continuar o vamos a deshacer todo y volver donde estábamos», analizó.
Pero en esta línea, quedó en claro que la financiación de espectáculos populares no es lo cuestionable; sino el modo y los fines; algo que la periodista dejó entre ver como «el abuso» de esos mecanismos.
«Yo no soy nadie para opinar sobre eso, porque nosotros hemos tocado tanto con el Estado como (con el sector) privado. Y la nuestra es una banda que se presta: de acuerdo a la propuesta que haya, aceptaremos o no. A lo que voy: no tiene nada de malo tocar para el Estado», aclaró. En contra partida analizó el argumento de llevar al interior eventos que no podrían llegar a las provincias.
«Esa es una construcción que, a veces, se usa demagógicamente. Hay cosas que son irregulares. Eso es lo que hay que modificar. Si vos tocás en Caleta Olivia y van 50 personas, pero te pagaron el show como si fueras a tocar al Madison Square Garden… Aparte, le hace mal al ambiente porque le estás quitando posibilidades a otro que vaya a producir en forma privada un show, donde podría asistir más gente y todos cobrarían lo mismo que se cobra cuando lo organiza el Estado», remató.

Pan y Circo

Dos conceptos quedan en claro en la respuesta del ídolo roquero: la «irregularidad» y los montos que se pagan para eventos que no lo valían. El hecho de haber mencionado a la santacruceña localidad de Caleta Olivia no es menor. Tal vez podría haber citado otra ciudad; pero a la luz de lo ocurrido en los últimos años no parece ser casual que se menciona a la ciudad del Gorosito en este tipo de eventos.
Lo que se puede sacar en conclusión es que todos estos años, con el argumento de armar eventos populares se «gastaron» millones de pesos que hoy no están en la infraestructura básica de Caleta Olivia.
Claramente durante muchos años funcionó el «pan y circo» mientras la ciudad se caía a pedazos; situación que hoy soportan todos los Caletenses.