Luego de que la Cámara de Senadores aprobara el presupuesto universitario, el Presidente sigue de cerca las cuentas y analizan si el veto es la mejor opción.
El presidente Javier Milei encabezó esta mañana una nueva reunión junto a sus principales colaboradores para realizar un control de daños tras el rechazo de la Cámara de Senadores al DNU que le otorga fondos millonarios a la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) y definir el accionar del Gobierno tras la sanción del presupuesto universitario.
Cuando los relojes daban las 8.20, el mandatario llegó a Casa Rosada y se dirigió a sus despachos, donde aguardó con paciencia el desembarco de sus ministros y secretarios. Lo hizo pocas horas después de la derrota que le propició la Cámara Alta y la pequeña conquista del oficialismo con la Boleta Única, que deberá regresar a Diputados.
Según supo la agencia Noticias Argentinas, al interior de la administración libertaria se debaten si avanzar con el veto de la medida que no solo incrementa el presupuesto de las altas casas de estudio, sino que incluye una recomposición para los docentes y no docentes.
De optar por evitar el rechazo de los números, generará un impacto fiscal de 735.598 millones de pesos, lo que implica el 0,14 por ciento del PBI, según informó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
«El debate se da por la misma razón de siempre: el superávit. Se están estudiando bien las cuentas. Esto traduce que no se veta por capricho sino cuando atenta contra el equilibrio fiscal», argumentaron ante esta agencia respecto al análisis del proceder.
Si bien se habló de veto en las últimas semanas, el vocero presidencial, Manuel Adorni, en la habitual conferencia de prensa de hoy, le bajó el tono. “Se está analizando, no está confirmando que se vaya o no vetar. Es un tema que está en discusión entre todo el Gabinete”, aclaró.
Lo cierto es que la masiva movilización del 23 de abril, a pocos meses de la asunción, encendió las alarmas cuando las calles de la Capital Federal y de varios puntos del país se vieron colmadas de manifestantes en defensa de la educación pública. La asistencia sobrepasó las expectativas del Gobierno que esperaba un número mucho más reducido y lo obligó a tomar nota de la sensibilidad que hay por el tema.
Otro de los temas en el orden del día giró en torno al proyecto de ley que presentó el PRO para privatizar Aerolíneas Argentinas, un objetivo que el Gobierno tiene desde el inicio de la gestión, pero que no pudo incluir en la Ley Bases por la ausencia de apoyos.
«No imagino a Aerolíneas Argentinas siendo estatal de acá a tres años», sostuvo ayer uno de los funcionarios más cercanos a Milei en declaraciones a un grupo de periodistas acreditados en Casa Rosada.
La secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, fue la segunda funcionaria en llegar a Casa Rosada a minutos de las 8.30, y poco después lo hicieron los ministros Mariano Cúneo Libarona (Justicia) y Mario Russo (Salud), quienes se encontraron en la explanada e ingresaron juntos, conversando.
A las 9, ubicado en la extensa mesa rectangular del salón Eva Perón se lo vio al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de buen semblante y reincorporándose de a poco a su rutina diaria tras el agudo cuadro gastrointestinal que lo obligó a internarse el pasado domingo en la Clínica Sagrada Familia.
A pesar de haber sido foco de polémicas por el accionar policial en la movilización en rechazo al veto de la ley jubilatoria, la titular de Seguridad, Patricia Bullrich, desfiló con gesto adusto por el salón de los Bustos y se trasladó al primer piso.
“Apoyo total a la ministra”, aseguraron respecto al desempeño de la funcionaria que, poco a poco, se ganó un lugar en la mesa de círculo íntimo del Presidente. Incluso participa de las reuniones de Gabinete reducidas de los martes.
En sintonía, el vocero presidencial calificó de “exitoso” el operativo de seguridad coordinado por la extitular del PRO y destacó su “implacable” trabajo.
Participaron del encuentro los ministros Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado), Luis Caputo (Economía), Sandra Pettovello (Capital Humano), y Luis Petri (Defensa).
También los secretarios de Legal y Técnica, Javier Herrera Bravo; y de Prensa, Eduardo Serenellini; el vocero presidencial, Manuel Adorni; y el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
Completaron la lista el vicejefe de Gabinete, José Rolandi; el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán; y el titular del Banco Central, Santiago Bausili.
Fueron tres los ausentes del intercambio: la canciller Diana Mondino, de gira por Suiza; la vicepresidenta, Victoria Villarruel, afectada por la sesión en el Senado que se entendió hasta la madrugada; y el asesor presidencial, Santiago Caputo, uno de los perjudicados por el rechazo al DNU de los fondos de la SIDE, organismo en el que tiene fuerte injerencia, que llegó a Casa Rosada a las 10, aunque directo a sus oficinas.