Reflexiones sobre el legado colonial en América Latina: Cada 12 de octubre, España celebra el Día de la Hispanidad, recordando la llegada de Cristóbal Colón a la isla de La Española en 1492.
Sin embargo, resulta fundamental abordar esta conmemoración desde una perspectiva crítica que no solo reconozca los logros de la cultura hispánica, sino que también examine el profundo daño y las repercusiones que la colonización tuvo en las identidades y culturas de los pueblos latinoamericanos.
A diferencia de otros países que celebran sus fiestas nacionales con orgullo, la celebración de la Hispanidad en España ha sido objeto de un conflicto interno en el siglo XXI. Este conflicto se ve alimentado por una mentalidad que muchas veces elude la responsabilidad sobre la historia colonial. En lugar de celebrar un legado que en muchos casos ha sido impuesto y ha significado la aniquilación de culturas originarias, es necesario reconocer la complejidad y las heridas que esa historia conlleva.
El rechazo a la historia de la colonización y sus consecuencias no surge de la incultura o del desconocimiento, sino de una necesidad ética de afrontar un pasado que está marcado por la violencia, el despojo y el sufrimiento de innumerables comunidades indígenas. Las palabras de figuras como Bartolomé de las Casas, quien intentó abogar por los derechos de los pueblos indígenas, no pueden ser utilizadas como un escudo que justifique el colonialismo, ya que fue este mismo proceso el que despojó a las culturas precolombinas de su autonomía y riqueza cultural.
La conmemoración de la Hispanidad no puede ignorar los efectos devastadores de la conquista: la pérdida de vidas, la destrucción de civilizaciones enteras y la imposición de una cultura y una lengua que muchas veces resultaron en la anulación de las identidades de los pueblos colonizados. Celebrar un legado cultural sin cuestionar la moralidad de los medios mediante los cuales se impuso es, en esencia, perpetuar un relato unidimensional que deslegitima a las voces y experiencias de aquellos que sufrieron las consecuencias de la colonización.
Es importante resaltar que el legado del “Siglo de Oro español” y los logros culturales alcanzados por autores reconocidos no pueden ser vistos como un contrapeso suficiente ante el sufrimiento infligido a las comunidades indígenas. Condenar los actos de colonización no se debe interpretar como un ataque a la cultura hispánica, sino como un llamado a la justicia histórica y a la reparación de las injusticias pasadas. Este es un aspecto vital en la construcción de un futuro en donde se valore y respete la diversidad cultural.
Por lo tanto, en lugar de aferrarse a una celebración que ignora la realidad de la violencia y el sufrimiento, es crucial adoptar una postura que promueva la reconciliación y el reconocimiento del daño que las potencias coloniales infligieron a América Latina. Aferrarse a una narrativa que pinta la colonización como un acto heroico no solo niega la historia, sino que perpetúa un ciclo de desinformación y falta de respeto hacia las culturas que fueron desplazadas y sometidas.
Es imperativo entender que, hoy más que nunca, debemos esforzarnos por construir un diálogo que no solo rescate y valore lo positivo de nuestro pasado compartido, sino que también reconozca y aborde las injusticias perpetradas a lo largo de la historia, permitiendo que las voces de los descendientes de las civilizaciones indígenas sean escuchadas y respetadas. Esta es la única forma de avanzar hacia una sociedad más justa, inclusiva y verdaderamente orgullosa de su diversidad. Celebrar la Hispanidad no debería ser a expensas de olvidar o minimizar el sufrimiento de otros, sino un esfuerzo por integrar todas las narrativas y construir un futuro donde cada identidad tenga su lugar y dignidad.
El Dr. Raúl Tortolero explica el significado hondo de la Hispanidad y por qué quieren destruirla los progres y socialistas, al tiempo que debemos despertar y defenderla.
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Carta al Editor: Reflexiones sobre la Hispanidad y la Diversidad Cultural
Estimado Dr. Tortorello!
Es con gran interés que he leído las opiniones del Dr. Raúl Tortolero sobre la Hispanidad y su defensa ante las críticas de ciertos sectores progresistas y socialistas. Sin embargo, siento la necesidad de expresar mi desacuerdo con su perspectiva, especialmente desde la convicción de que un ser humano con principios y creyente en Dios no puede defender el concepto de “Hispanidad” sin reconocer el profundo dolor que este término ha traído a muchas comunidades indígenas y la pérdida irreparable de diversas culturas a lo largo de la historia.
La Hispanidad, si se interpreta como una celebración única de la cultura hispanoamericana, corre el riesgo de ignorar y minimizar las tragedias que acompañaron la llegada de los conquistadores y el colonialismo. Incontables indígenas han perdido la vida, sus tradiciones han sido anuladas y sus voces silenciadas. Con el peso de esta historia en mente, es fundamental entender que la defensa de una identidad que se basa en la colonización y el sufrimiento no puede ser considerada noble ni justa.
El Dr. Tortolero sugiere que aquellos que cuestionan el término “Hispanidad” lo hacen desde una perspectiva política de izquierda. Sin embargo, esta crítica simplifica un debate mucho más profundo sobre la identidad, la diversidad y el reconocimiento de las injusticias del pasado. Defender un concepto que ha propiciado la exclusión y el dolor de tantas culturas es problemático, incluso dañino.
Como creyente, creo firmemente en la dignidad de cada ser humano y en la necesidad de abrazar la diversidad como un reflejo de la creación divina. No necesitamos aferrarnos a la idea de una Hispanidad que no solo ignora las realidades de los pueblos originarios, sino que también perpetúa un modelo cultural que tiene sus raíces en la opresión.
En lugar de ver la crítica a la Hispanidad como un ataque, deberíamos interpretarla como una invitación a expandir nuestra visión cultural y reconocer las voces que han sido históricamente silenciadas. La verdadera grandeza de una identidad cultural radica en su capacidad para celebrar la pluralidad, y no en la imposición de una narrativa dominante que ignora las dolorosas cicatrices del pasado.
Por todo esto, apelo a que reconsideremos el uso del término “Hispanidad” y abramos un diálogo más inclusivo que reconozca las diversas experiencias humanas en nuestra historia. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad que valore la inclusión y el respeto a todas las culturas que conforman nuestra identidad compartida.
Atentamente,
Karin Silvina Hiebaum
Editora de Mas Prensa
Dr. Raul Tortorello
Escritor, conferencista. Consultor político. Doctor en Derechos Humanos. Maestro en Filosofía, Cultura y Religión. Activista católico, provida y profamilia, y contra el socialismo, el comunismo y el progresismo. Presidente de “Nueva Derecha Hispanoamericana” y Fundador del Ejército Cristero Internacional. Speaker en CPAC 2022 y en el Congreso Iberosfera Monterrey. Ex Secretario de Comunicación del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN). Premio Nacional de Periodismo 2007, otorgado por la ONU en México. Analista Geopolítico. Su más recientes libros son: “La Contrarrevolución Cultural frente al marxismo posmoderno” (2022), y “La Nueva Derecha: el retorno de Dios a la cultura, ante el supremacismo progresista” (2023).