Trabajadores de la planta pesquera en Caleta Olivia enfrentan amenazas laborales que han adquirido un tono legal, con potencial escalada a los tribunales. Mientras acuerdos salariales han aumentado significativamente, la tensión interna provocada por intereses externos amenaza con desestabilizar el sector pesquero, generando preocupación entre los cooperativistas que ven peligrar su estabilidad laboral.
En la última semana, los trabajadores de las cooperativas de la planta pesquera, anteriormente conocida como Barilari, han comenzado a enfrentar serios problemas. Las denuncias de “aprietes” a trabajadores y representantes de la empresa local Vepez han escalado en su envergadura, adquiriendo un tono policial, y podrían llegar a los tribunales, afectando los derechos de los cooperativistas.
Fuentes del sector destacan que este año ha sido dinámico para el negocio pesquero y sugieren que intereses ajenos a la realidad de los cooperativistas podrían estar aprovechando las tensiones internas para desestabilizar el circuito pesquero local. Información adicional indica que representantes vinculados a maniobras desestabilizadoras están induciendo a plantear falsos reclamos laborales, buscando deteriorar las relaciones históricas entre la cooperativa y una empresa local que está siendo afectada por intereses personales.
Desde el nivel provincial, resulta sospechosa la aparición de métodos extorsivos en un contexto donde la inflación se ha estabilizado en un 4% mensual y los acuerdos salariales en la planta local alcanzaron un aumento del 160% y proyectan llegar al 175% para fin de año. Estos incrementos, acordados antes de la estabilización de la inflación, han resultado en una recomposición significativa para los trabajadores, lo que genera preocupación sobre las verdaderas causas de las tensiones que buscan frenar la producción, utilizando a los cooperativistas.
Para muchos de los trabajadores que han mejorado su calidad de vida a través del cooperativismo, nos han señalado a través de fuentes confiables, el miedo que viven de convertirse en rehenes de un conflicto liderado por figuras que “ya no representan la voz de los trabajadores” lo que es real y palpable, según declaraciones reservadas hechas a este medio.
Fuentes altamente confiables del entorno del gobierno provincial, han señalado que se aproxima la intervención de la provincia y recuperaría la planta expropiada por los trabajadores ya que observa que el manejo dejo de ser transparente al involucrarse una dirigencia de la cooperativa que se dedica a intimidar a los socios y a la empresa a la cual prestan servicios.