Roberto Cachanosky analizaría las políticas proteccionistas de Trump como un obstáculo para el libre mercado y una amenaza para economías como la de Argentina. Si bien el aumento de aranceles busca atraer empresas a producir en EE.UU., Cachanosky señalaría que estas medidas encarecen productos y reducen la competencia. Además, limitarían el flujo de inversiones hacia Argentina, que vería afectada su capacidad de crecimiento al perder potenciales inversores. En definitiva, Cachanosky abogaría por que Argentina adopte políticas de apertura económica para no depender de las decisiones proteccionistas de EE.UU.

En el Club Económico de Chicago, Trump defendió su propuesta de aumentar los aranceles, dijo que van a tener un efecto enormemente positivo y afirmó que: “Cuanto más alto sea el arancel, más probable es que la empresa venga a Estados Unidos y construya una fábrica en Estados Unidos para no tener que pagar el arancel”. O sea, Trump es proteccionista, pero el punto es que la política de inversiones en USA puede no terminar beneficiando a Argentina porque perderían los beneficios del proteccionismo que propone Trump. Salvo en el caso de minería y petróleo que puede atraer inversiones. En síntesis, en principio, no debería esperarse un tsunami de inversiones norteamericanas en Argentina dado que Trump quiere que las empresas se instalen en EE.UU.

Roberto Cachanosky – Economista

Roberto Cachanosky, economista y analista reconocido, analiza el planteo de Trump desde una perspectiva crítica, dada su visión de libre mercado y su oposición al proteccionismo. Cachanosky sostiene que políticas como el aumento de aranceles, aunque puedan tener beneficios a corto plazo para la economía local, tienden a distorsionar los mercados y a generar efectos contraproducentes en el largo plazo, afectando tanto a las economías nacionales como a sus socios comerciales.

Proteccionismo y Distorsión del Libre Mercado

Para Cachanosky, el proteccionismo es una política que entorpece la dinámica del libre mercado al intervenir en las decisiones de inversión y producción. En el caso de los aranceles que propone Trump, el objetivo es claramente el de atraer empresas a producir en Estados Unidos, aumentando los costos de importar para desincentivar la producción extranjera. Sin embargo, como destacaría Cachanosky, este tipo de intervención tiende a generar ineficiencias y encarecimiento de bienes, perjudicando a los consumidores al limitar la competencia y la innovación.

Impacto en Argentina y las Limitaciones del Proteccionismo

En cuanto al impacto en Argentina, Cachanosky probablemente observaría que, al querer atraer inversiones de vuelta a EE.UU., la política de Trump limitaría las posibilidades de que empresas estadounidenses busquen invertir en otros países, como Argentina. Aunque algunos sectores como el de la minería y el petróleo podrían atraer inversiones debido a los recursos naturales de Argentina y su potencial en exportaciones, el marco general de proteccionismo limitaría el interés de las empresas estadounidenses por expandir sus operaciones internacionales, concentrándose en el mercado interno. Esto sería una advertencia importante para Argentina, que no debería esperar una ola de capital estadounidense bajo un enfoque proteccionista.

Desventajas para los Países en Desarrollo

Cachanosky podría añadir que el proteccionismo en EE.UU. representa una amenaza para los países en desarrollo como Argentina, que dependen de las inversiones extranjeras para generar empleo y fomentar el crecimiento económico. El desvío de capital hacia EE.UU. dificultaría el acceso a inversiones, lo que, a su juicio, podría provocar una mayor dependencia de estos países en su propia capacidad de generar crecimiento sin contar con el apoyo de capital externo.

Conclusión: Las Políticas de Libre Mercado como Alternativa

En resumen, Cachanosky vería en las propuestas de Trump una contradicción con los principios de libre mercado que tienden a generar prosperidad a largo plazo. Frente a esto, enfatizaría la importancia de que países como Argentina adopten políticas de mercado abiertas y competitivas, en lugar de depender de capitales que podrían estar sujetos a decisiones proteccionistas y nacionalistas de potencias como EE.UU.