Este martes se llevó a cabo una marcha universitaria encabeza por alumnos y personal de la Universidad Nacional San Juan Bosco de Comodoro Rivadavia. Hubo representación de trabajadores y estudiantes de las cuatro unidades académicas de la UNPA.
En el marco de la marcha federal que tuvo lugar este martes al mediodía en Comodoro Rivadavia, los sectores universitarios del sur del país se movilizaron en defensa de la educación pública y gratuita. La marcha reunió a trabajadores y estudiantes de diversas universidades de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, y fue un reflejo del malestar generado por el veto a la ley de financiamiento educativo universitario.
Fernando Cortés, Secretario General de la Asociación de Trabajadores No Docentes de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (ATUNPA), participó de la movilización y compartió sus impresiones sobre el evento, el conflicto en curso y las expectativas para el futuro.
«Recién nos está bajando la adrenalina, fue una movilización muy importante», afirmó Cortés en diálogo con La Bisagra que se emite por Tiempo FM 97.5. En la manifestación participaron autoridades de universidades, docentes, no docentes y una destacada cantidad de estudiantes, quienes llegaron desde localidades como Ushuaia, Río Grande, Río Turbio, San Julián, Caleta Olivia, Río Gallegos, Esquel y Comodoro Rivadavia.
La consigna principal de la movilización fue visibilizar la crítica situación de las universidades públicas y, particularmente, la defensa de la gratuidad y la autonomía universitaria. «La consigna principal era visibilizar la situación de las universidades, pero, sobre todo, defender la universidad pública gratuita y autárquica», explicó Cortés, destacando que «hubo una presencia muy fuerte de estudiantes, que mostraron su preocupación por el futuro de la educación pública».
El secretario General recordó que la marcha fue una respuesta directa al veto presidencial de la ley de financiamiento universitario, un hecho que, según él, marcó un antes y un después. «Antes del veto de la ley de financiamiento educativo, las tomas en las universidades comenzaron a ser una forma de resistencia. Hoy, muchos estudiantes que al principio se mostraban en desacuerdo con las medidas de fuerza, ahora comprenden que deben salir a defender la universidad pública, no solo por ellos, sino por el futuro», señaló.
El impacto del veto y la falta de respuestas del Gobierno generaron inicialmente un clima de desánimo, pero Cortés aseguró que la marcha renovó las esperanzas. «Lo que se vio hoy fue una renovación del optimismo. Hubo un reencuentro de los trabajadores, los estudiantes, las autoridades, lo que nos dio un impulso renovado. Sabemos que lo que viene no es fácil, pero la lucha tiene que seguir», destacó el sindicalista.
Además, Cortés reflexionó sobre el contexto económico que afecta no solo a la educación, sino a todos los sectores vulnerables del país. «La lucha no es solo por la universidad, también es por los trabajadores, los jubilados y los sectores más empobrecidos, que están siendo perjudicados por las políticas del déficit cero del Gobierno Nacional. Este modelo no afecta solo a los universitarios, sino a todos los ciudadanos», señaló.
El clima de incertidumbre persiste, y aunque las soluciones aún no llegan, Cortés destacó algunos avances en la lucha. «Este año ha sido totalmente de lucha. No hemos logrado todo lo que queríamos, pero hemos conseguido cosas importantes. Recordemos que en febrero, cuando comenzamos, no sabíamos si íbamos a cobrar el sueldo de mayo. Hoy, podemos decir que algunas cosas se lograron, pero la lucha sigue», manifestó.
Hacia el futuro, el plan de lucha continuará con una serie de acciones que culminarán el 22 de noviembre, en el marco del Día de la Gratuidad Universitaria, cuando se celebrarán 75 años de la creación de la Ley 22.344. «Vamos a terminar este plan de lucha regionalizando la movilización, con un recital en la Facultad de Derecho de la UBA. Pero, después, vamos a esperar que las diputadas y diputados comprendan que la universidad necesita más recursos dentro del presupuesto», afirmó Cortés, quien anticipó que la situación podría agravarse si no se aprueba el presupuesto 2024.
A pesar de la cercanía del receso universitario, el dirigente manifestó que la lucha no se detendrá. «Sabemos que después de diciembre, la visibilidad de la lucha decae porque comienza el receso, pero tenemos claro que hay que seguir. Si no se aprueba el presupuesto, nos quedamos con el presupuesto del 2023, y eso sería muy preocupante», concluyó.
Fuente: TiempoSur