puerto deseado

Una protesta salvaje en el puerto de Deseado, que impacta directamente en la industria pesquera y mercante de la región a la vez que afecta a la economía de la localidad tuvo un punto de inflexión ayer, a la vez que marcó el precedente en la manera de abordar los conflictos en este sector.
Se trata de las medidas tomadas por integrantes del Sindicato Único de Estibadores Portuarios Patagónicos (SUEPP)» que repentinamente llevaron a cabo acciones que llegaron a alterar el orden en la terminal portuaria, en una escalda violenta que incluso llevó a varias empresas a anunciar que dejarían de operar allí.
Desde la semana pasada la tensión crecía ante las presiones de este sector de la estiba encabezado por Alejandro Blat junto a un reducido grupo de operarios; que pasaron de la amenazas a la acción llevando a cabo medidas para «aterrorizar» a los sectores productivos portuarios que incluso llegaron paralizar la actividad.

Este «combo explosivo» de medidas de acción directa se dieron en un contexto donde no parecían estar dispuestos a dialogar.
Sobre el fin de semana pasado, trascendió que el puerto deseadense parecía «tierra tomada» ya que los integrantes del SUEPP literalmente condicionaron todas las operaciones navieras.
Fueron dos los puntos mas relevantes en los medidas de fuerza del SUEPP, que en principio afectaron la descarga del portacontendores Varamo, que opera para la firma Maersk y fue dejado a medio descargar. Luego, fue la planta de VEPEZ que quedó expuesta a los ataques de los manifestantes, con lo cual la pesquera anunció que la situación era insostenible y que dejaría de trabajar en Puerto Deseado.
Todo esto, mientras el gobierno provincial intentaba llegar a una via de dialogo, que en todo momento fue rechazada por el SUEPP, que argumentaba que la única manera de «parar» el conflicto era cumpliendo con sus demandas.
En el inicio de esta semana, se sabía que varias pesqueras sufrieron pérdidas y sobrecostos millonarios, por la modificación en el esquema de descarga de producción y pago de logística terrestre.
En este explosivo contexto, todo se encaminaba a que la historica terminal portuaria santacruceña quedaría como un «puerto fantasma» con una estructura bloqueada por protestas y sin actividad productiva.

Todos pierden

En este contexto, la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPECA) reiteró su inquietud «ante las graves extorsiones por parte del SUEPP» a tiempo que advirtieron del impacto negativo y las secuelas que provocan estas medidas salvajes que lleva adelante la estiba local en Puerto Deseado. El dato confirmado por la CAPECA es que en virtud de la alta conflictividad de la terminal portuaria, Deseado podría perder su calificación internacional; es decir que perdería las operaciones a gran escala.
Es que no solo se trató del virtual bloqueo al buque Varamo, al cual se impidieron el despacho de la carga exportable; sino que además el «latigazo» lo sienten todas las empresas pesqueras con inversiones en la provincia que no pudieron despachar sus contenedores consolidados.
En esta línea desde VEPEZ se identificó a los cabecillas como «matones» en lugar de verdaderos sindicalistas. «Hemos realizado las denuncias correspondientes ante la justicia y no descansaremos hasta que se haga justicia. Los responsables de estos hechos no solo afectan a nuestra empresa, sino también perjudican a otros sindicatos y a la comunidad de estibadores, quienes, aunque no coinciden con nuestra empresa, se ven involucrados en estas situaciones violentas», expresaron desde la pesquera.
Sobre este tema, la publicaciones especializada Revista Puerto mencionó a Ivan Mauri, gerente de Pesquera Santa Cruz (Grupo Iberconsa), quien nformó que no se cargaron ninguno de los 89 contenedores que estaban previstos, de los cuales 21 pertenecían a su compañía. En tanto, de los 140 equipos vacíos, solo se pudieron descargar 64. Esto ocasiona un impedimento operativo, ya que no hay contenedores para consolidar mercadería en el puerto.
«Sufrimos la misma situación el año pasado y teníamos compromisos con clientes y lo tuvimos que sacar por tierra a otro puerto. Esa operación, en aquel entonces, costó 150 mil dólares. Hoy la logística para trasladar por tierra la mercadería a otro puerto rondaría los 250 mil dólares», precisa, lo que traducido a pesos argentinos representan cifras millonarias», reveló el empresario a la mencionada publicación.
Por su parte, Eduardo Vieira, gerente general de Vieira Argentina, también describió cómo afectó esto a su compañía. El empresario aseguró que tenía USD 1.100.000 de exportaciones, entre langostino y calamar. Al no poder cargar la mercadería, implicó un retraso en cobros por parte de sus clientes de al menos veinte días.
De manera irracional, las protestas del SUEPP suponen un riesgo mas allá de la coyuntura del reclamo actual, ya que las empresas enfrentan consecuencias por incumplimiento de contratos con firmas internacionales que son sus clientes. Para sintetizar, las acciones desmedidas de la estiba afectan tanto a la economía local y regional, como al comercio internacional.

Extorsión y dinero

No es un secreto que detrás de la actividad del SUEPP de Deseado y fundamentalmente desde que lo encabeza Blat y su grupo, se señala a este sector como «iniciadores de conflictos» que buscan réditos mas allá de su aparente actividad gremial.
Durante la gestión municipal de Gustavo González, el actual diputado los había acusado directamente de medidas extorsivas para lograr recibir aportes de empresas cifras millonarias.
El conflicto actual en los puertos de Santa Cruz también expone los problemas heredados de políticas erráticas y falta de control en gestiones anteriores. Un caso emblemático es el de Conarpesa, cuyo propietario, Fernando Álvarez, denunció persecución por parte de los gobiernos previos. «No me dejan hacer nada», expresó Álvarez en su momento, agregando: «Me piden favores y cuando pido algo se olvidan que llevé los barcos a descargar; entonces, me siento manoseado, basureado».
Según cifras de la cámara empresarial este conflicto, que dejó al menos 120 contenedores de productos pesqueros y mineros en tierra. Entonces, la pregunta es cual sería la ganancia de quines alientan este conflicto. El datalle es que pese a que se había convocado a una Conciliación Obligatoria para resolver la situación, el SUEPP lejos de asumir un compromiso de dialogo, redobló la apuesta, endurecieron acciones y rechazaron la medida.
El dato que surgió ayer, es que ahora cuando el gobierno provincial planteó que no aceptaría ser extorsionado y las empresas iniciaron medidas para «saltearse» el conflicto y emigrar a otras terminales portuarias, estalló una interna dentro del mismo SUEPP.
«Se la re mandaron. Ahora no saben cómo tapar esa cagada», dijo un estibador deseadense. Revelando que es solo un sector el que utiliza al gremio con fines poco claros.

Punto de inflexión

El gobierno parece haber tomado nota no solo del conflicto actual sino también de los antecedentes de este sector de la estiba, que confirmaría el riesgo que corre la terminal portuaria de Puerto Deseado.
En este contexto de «terror», finalmente ayer se dio un paso para no solo poner fin a esta situación sino que sentaría un precedente para «normalizar» las relaciones de todos los actores portuarios.
Tras un encuentro en el que participaron todas las partes involucradas, se avanzó no solo en el tema de la estiba sino también en cuestiones de productividad, revelaron fuentes cercanas al encuentro.
En principio, por el no acatamiento de la Conciliación Obligatoria se multó al SUEPP por un monto de 160.956.816 pesos. (DISPOSICIÓN N° 307 SET/MTE y SS/2024). Pero además se confirmó que en caso de suscitarse nuevamente se llegaría a la exclusión definitiva y suspención de carnet portuario a personas que entorpezcan y/o impidan el desarrollo portuario.(DISPO N° 306/2024).
Por otra parte se confirmó que el próximo jueves 21, se prevee el ingreso del mercante Varamo que había sido bloqueado.