La bolsa de Buenos Aires celebra un año récord, y la razón de esto son las reformas de Javier Milei. Los inversores se preguntan si la fiesta continuará, y los expertos tienen una respuesta clara.

Buenos Aires. El índice líder de Argentina, el Merval, ha aumentado casi un 170 % este año, y la plaza bursátil de Buenos Aires ha crecido más que ninguna otra. Los mercados financieros y los inversores están reconociendo principalmente el rumbo político del presidente argentino Javier Milei, quien lleva casi doce meses en el cargo.

El balance hasta ahora del economista, que se autodenomina “anarcocapitalista”: ha reducido el déficit fiscal y la inflación, que al inicio de su mandato superaba el 200 %. Los analistas del mercado no esperaban esto, y los inversores ya temen haber perdido su oportunidad de entrada.

“¿Ya es demasiado tarde?”, preguntaron los inversores financieros en Europa en las últimas semanas a los expertos de la banca de inversión estadounidense JP Morgan. “Vemos aún margen para aumentos en las valoraciones y rendimientos, así como para la reducción de los riesgos soberanos”, tranquiliza el banco a los inversores. En el próximo año, habrá algunos “catalizadores” que podrían seguir impulsando el auge bursátil.

El riesgo soberano, es decir, la tasa de interés que los inversores financieros extranjeros, bancos o fondos exigen al prestar dinero a Argentina, ha disminuido considerablemente: cuando Milei asumió el cargo hace un año, el índice EMBI, que agrupa los mercados de bonos de los países emergentes, estaba cerca de 2000 puntos básicos. Hoy, se sitúa en 658 puntos. Esto sigue siendo alto, pero es significativamente menos de lo que los prestatarios argentinos debieron pagar en la última década.

El mayor potencial de crecimiento en toda América LatinaPara JP Morgan, la bolsa de Buenos Aires tiene el mayor potencial de crecimiento en toda América Latina. Con una relación precio-beneficio de menos de ocho, las acciones aún están por debajo de la valoración de 2016, cuando los inversores esperaban un ciclo de crecimiento sostenido bajo la presidencia amigable con el mercado de Mauricio Macri. En ese momento, se sintieron decepcionados. El enfoque de austeridad y reforma de Macri fue demasiado cauteloso, y la confianza de los mercados financieros se perdió.

Hasta ahora, no han surgido dudas sobre la determinación de Milei: ha recortado el gasto público en un tercio, despedido a 30,000 empleados estatales y eliminado subsidios para la electricidad y el gas.

Sin embargo, el gobierno enfrenta grandes desafíos en los próximos meses. Para la bolsa, es crucial que se levanten lo antes posible los controles de capital. Solo así las empresas podrán invertir su capital en nuevas fábricas o los bancos otorgar préstamos al país. Los acreedores e inversores quieren asegurarse de que podrán recuperar sus pagos de intereses y amortizaciones, así como los dividendos de Argentina. Milei también debe ganar las elecciones legislativas en octubre para poder avanzar con su agenda de reformas en el Congreso.

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