soloaga

«Primero me quedé sin perro, después sin caballo, también sin rancho y al ultimo sin hijos y sin mujer». Martín Fierro. Así se refería metafóricamente Soloaga respecto de los retiros voluntarios-despidos encubiertos en el ámbito petrolero de nuestra provincia. «El retiro voluntario-despido encubierto
es cambio de dignidad, proyecto de vida personal y construcción social colectiva por unos mangos que se agotan sin remedio», sintetizó severamente.
El presidente de la Comuna de Cañadón Seco, después de sobrellevar un cuadro de salud que determinó su internación en un nosocomio local, volvió a ser expeditivo en torno a una advertencia que venía formulando desde hace casi un año en relación a la manera que vislumbraba el futuro de la industria petrolera en Santa Cruz, luego de que YPF anunciara que se retiraría, acuerdo mediante con el estado provincial, de las áreas maduras de la zona norte de esta provincia para volcar sus inversiones en la cuenca neuquina de Vaca Muerta.
En ese marco, Soloaga hubo de promover oportunamente ante la Cámara de Diputados de Santa Cruz, una nueva ley de emergencia petrolera señalando entonces que si no se adoptaban medidas que posibilitaran asegurar niveles de producción, sostener la inversión y recuperar reservas, se corría el riesgo de una masiva pérdida de puestos laborales, sombrío panorama que ahora tiene visos claros de ejecución por parte de YPF quién hizo trascender oportunamente, a través de medios periodísticos, el ofrecimiento de retiros voluntarios y anticipadas jubilaciones a través de sus empresas contratistas en un número que oscilaría en los 2.500 que ya se encuentra en etapa de ejecución.
Para fundamentar sus dichos, señaló que hasta ahora no escuchó expresiones ni acciones públicas en esa dirección: «hay que desplumar la gallina sin que cacaree», pareciera ser la estrategia sentenció.
En ese sentido dijo, en relación al proyecto de emergencia petrolera, que «ahora duerme el sueño de los justos, pero no vaya a ser cosa que se despierte con la pesadilla de los injustos y haya un estallido social», señaló.

LA SOLUCION NO PASA POR RETIROS VOLUNTARIOS

Sostuvo además que aquí la cosa no pasa porque se ofrezcan altos porcentajes de montos indemnizatorios por retiros voluntarios, ya que en rigor son simples despidos encubiertos, la cuestión pasa por establecer reglas claras para asegurar los puestos laborales en base a programas de inversión para la búsqueda de nuevas reservas de hidrocarburos que es lo que permitirá incrementar los niveles de producción, algo que ya venía a la baja desde hace varios años.
Sin embargo, referenció, el hecho de que se hable de miles de retiros voluntarios, da a entender que el traspaso de áreas hacia CGG, y en menor medida a otras operadoras desconocidas colaterales, alguna de ellas con severos problemas financieros como ROCH, infiere que la producción seguirá estancada y que solo se reactivaran algunos pozos abandonados deliberadamente por YPF.
«Parece que hay gente que no quiere entender que YPF está a cargo hoy de un desconocido como lo es Horacio Marín y no entienden que es un individuo que simplemente responde y representa a grupos concentrados del poder económico, en este caso Techint, que no vienen a negociar ni acordar nada, sino a imponer una política sobre los recursos petroleros de los santacruceños a partir de sus propios intereses», afirmó.
Luego, retomando el rol de CGC, recordó que la misma empresa es la que se hizo de los yacimientos que anteriormente operaba la empresa de capitales chinos Sinopec, acto que fue avalado «entre gallos y medianoche» a libro cerrado en la Cámara de Diputados del inepto gobierno de Alicia Kirchner, bajo el pretexto de que iba a incrementarse la producción, la inversión y los puestos laborales en las áreas concesionadas, nada de eso ocurrió, por el contrario» cuestionó categóricamente.

«LA CULPA NO ES DEL CHANCHO»

Obviamente, indicó, en este complejo escenario petrolero hay muchas aristas en las que se insertaron funcionarios políticos que se transformaron en millonarios y otros que firmaron acuerdos de inversiones que después nunca controlaron.
En los tramos finales de su entrevista, Soloaga dijo que llegaba a la conclusión de que «la culpa no es del chancho», es decir que no es solo de YPF, sino de funcionarios corruptos del gobierno de Alicia Kirchner que jamás iniciaron una acción administrativa por los graves incumplimientos de YPF a sus propios compromisos quebrantando la doctrina de los actos propios pero sí incurrieron en la figura legal de las negociaciones incompatibles en el ejercicio de la función pública y se convirtieron en funcionarios millonarios.
«Ahora tiene la palabra y la responsabilidad de imponer condiciones el estado provincial para evitar una verdadero cimbronazo socio-económico en Santa Cruz, si no lo resuelve se habrá de sumar otro fracaso histórico más en nuestra provincia con consecuencias imprevisibles» cerró diciendo.

Deja un comentario