Herbert Scheibner, exministro de Defensa de la FPÖ y presidente del Instituto Europeo para la Prevención del Terrorismo y los Conflictos (EICTP), se expresó en una entrevista con exxpress sobre los problemas no resueltos de la migración e integración en Austria y Europa. El político, quien en 1993 como secretario general de la FPÖ diseñó el referéndum «Österreich zuerst» (Austria primero), acusó a los críticos de la iniciativa de no reconocer la realidad actual. En particular, considera que la protesta masiva en torno al Lichtermeer de 1992, que se opuso al referéndum, fue un error.

Errores de los años 90 y el fracaso de la ideología multicultural

Scheibner critica la propagación de una sociedad multicultural en los años 90, a la que considera un fracaso. «Las raíces de los problemas actuales se encuentran en los años 90, cuando se empezó a promover la idea de una sociedad multicultural, que ahora ha fracasado», afirmó el exministro. Según su opinión, Austria tuvo la oportunidad de gestionar correctamente la integración de los inmigrantes en esa época, pero se dejó guiar por una ideología que consideraba innecesaria la integración.

«Se prestó poca atención a cómo puede funcionar realmente la integración. En lugar de eso, se propagó la idea de que diversas culturas podían coexistir sin la necesidad de una cultura común. Esta teoría ha fracasado», subraya Scheibner. Destaca que las demandas del referéndum Österreich zuerst de esa época, como limitar al 30% el número de niños no nativos de habla alemana en las escuelas, hoy son una realidad en muchas áreas urbanas. Incluso hoy, algunos grupos dentro de los Verdes reconocen que esas demandas eran necesarias, aunque ya demasiado tarde.

El impacto del islamismo y el fracaso de la política de asilo

Otro tema central en la crítica de Scheibner es el aumento del islamismo y la influencia de movimientos extremistas, especialmente tras la ola de refugiados de 2015. «Las advertencias sobre los extremistas y terroristas que venían con la ola migratoria fueron tomadas a la ligera. Pero fueron precisamente esos caminos los que siguieron los terroristas con explosivos en sus mochilas», enfatiza.

Considera que la ideología multicultural y la inmigración descontrolada son causas principales de los problemas actuales. Muchos de los migrantes que llegaron en 2015 lo hicieron por intereses económicos y no porque estuvieran siendo perseguidos políticamente, lo que complicó aún más la integración. La falta de respeto por las reglas y la falta de disposición para integrar a los nuevos llegados fueron errores fatales que también afectaron la seguridad.

Falta de medidas y el fracaso de la política

Scheibner está convencido de que la resistencia al referéndum Österreich zuerst llevó al país a una situación problemática. «Las demandas del referéndum no eran ideológicas, sino medidas sensatas», explica. Si se hubiera considerado la integración como algo absolutamente necesario en esa época, muchos de los desafíos actuales podrían haberse evitado.

Un punto clave que Scheibner destaca es la necesidad de establecer reglas claras para la inmigración y la integración, y hacerlas cumplir. «En los últimos 30 años, esto ha sido desatendido. Se ha dejado de lado la creación de un sistema que obligue a los inmigrantes a integrarse y expulse a aquellos que no lo hagan», critica.

Combatir el extremismo: De la propaganda a la vigilancia

Scheibner aboga por combatir el extremismo en todas sus formas, ya sea islamista, de extrema derecha o de extrema izquierda, mediante medidas dirigidas a sus raíces: la propaganda. En particular, considera que las organizaciones islamistas que promueven un orden social islámico representan una amenaza directa para los valores europeos.

Pide la introducción de leyes que prohíban grupos extremistas, de manera similar a la ley que prohíbe el NSDAP (Partido Nazi). «Esto debe seguirse adelante. Lo mejor sería tener una ley constitucional como la ley de prohibición», dice. Además, considera que se debe garantizar la seguridad mediante la vigilancia de canales de comunicación digital, ya que los extremistas están utilizando cada vez más las redes sociales para difundir sus ideologías.

El papel del estado y de las fuerzas de seguridad

En su opinión, las autoridades de seguridad en Austria no están suficientemente preparadas para lidiar con el islamismo. Muchos jueces están capacitados en el extremismo de derecha, pero carecen de conocimientos sobre el islamismo político. Scheibner exige que, al igual que hay entrenamientos sobre el extremismo de derecha, también deben existir capacitaciones sobre el extremismo islamista y de izquierda para que el peligro se pueda reconocer y abordar desde el principio.

Otro punto crítico es la falta de capacidad para monitorear los servicios de mensajería digital. Austria depende de servicios extranjeros para vigilar estos canales, lo que Scheibner considera insuficiente. «Debemos asegurarnos de cerrar nuestras brechas de seguridad y protegernos contra todo tipo de radicalismo», señala.

Conclusión: Necesidad de actuar en todos los frentes

Finalmente, Scheibner resalta que el estado debe tomar una postura clara contra todas las corrientes extremistas. «No debe haber espacio para el radicalismo de ninguna índole, ya sea islamista, de extrema derecha o de extrema izquierda», concluye. El foco debe estar en crear una sociedad donde todos aquellos que deseen integrarse lo hagan dentro de un marco democrático y basado en valores comunes.

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