En un ambiente cargado de fervor y convicción, el primer encuentro de la fracción europea de derecha “Patriotas por Europa” (PfE) tuvo lugar en Madrid, donde el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, no escatimó en críticas hacia la Unión Europea. En su discurso, Orbán afirmó que Bruselas ha abierto las puertas a una “invasión de migrantes” y que los burócratas de la UE son responsables de la destrucción de Europa.

Orbán enfatizó que el fenómeno de la migración y el llamado “intercambio poblacional” no son meras teorías conspirativas, sino realidades palpables. “Es hora de buscar nuevas teorías de conspiración, porque todas las antiguas se han confirmado”, declaró ante una multitud de aproximadamente 2,000 simpatizantes en el hotel donde se celebró la conferencia.

El líder húngaro criticó duramente a la dirección de la UE, señalando que “la burocracia de Bruselas está llevando a la economía europea a la ruina”. En su discurso, también se refirió al envío de fondos europeos a Ucrania, describiéndolo como un “gasto inútil en una guerra sin esperanza”. Orbán subrayó que, en su opinión, Bruselas ha facilitado la llegada de millones de migrantes a Europa, citando la afirmación de George Soros de que “un millón de migrantes deben ser admitidos en Europa cada año”. Según Orbán, en los últimos nueve años, han llegado a Europa nueve millones de migrantes.

Más allá de la crítica a la migración, Orbán hizo un llamado a la defensa de lo que él considera los “valores cristianos” de Europa, abogando por la protección de las estructuras familiares tradicionales compuestas por un padre y una madre. En este sentido, destacó la importancia de regresar al “sentido común” y de preservar la identidad cultural y religiosa del continente.

Además, el primer ministro húngaro mencionó a su aliado Donald Trump, afirmando que bajo su influencia, los “patriotas” han dejado de ser despreciados y ahora son parte del discurso mainstream, tanto en Estados Unidos como en Europa.

El evento, que reunió a diversas fuerzas de derecha de Europa, refleja un creciente descontento con la dirección de la Unión Europea y un impulso hacia una agenda más nacionalista y conservadora.

Conclusión

Las declaraciones de Orbán en Madrid resaltan una tendencia en aumento entre los partidos de derecha en Europa que buscan desafiar las políticas de la UE sobre migración, economía y valores sociales. A medida que estos movimientos ganan fuerza, el futuro de la Unión Europea podría verse marcado por un debate más intenso sobre la soberanía nacional y la identidad cultural.