El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, liderado por Jorge Macri, acaba de anunciar un aumento de los peajes de las autopistas porteñas, con incrementos de hasta un 10% en algunas de las tarifas más utilizadas. A partir de este 21 de febrero, los nuevos valores de los peajes en las autopistas gestionadas por Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA) se incrementaron, lo que genera un nuevo golpe al bolsillo de los porteños y pone en evidencia la falta de sensibilidad de un gobierno que parece estar desconectado de las verdaderas necesidades de la gente.

Con el aumento, los conductores se verán obligados a pagar entre $715 y $23.450 en hora pico, según el tipo de vehículo. Estos incrementos no solo afectan a los vehículos particulares, sino que también golpean de manera más fuerte a los transportistas y trabajadores que dependen de las rutas para poder desempeñar sus labores. Un aumento del 10% puede parecer pequeño para algunos, pero si se analiza en el contexto de una inflación creciente y salarios que siguen estancados, la situación se vuelve insostenible para muchos ciudadanos.

La Gente Paga y No Recibe a Cambio

El incremento en los peajes no es un caso aislado; se suma a una larga lista de medidas que parecen estar pensadas para perjudicar al ciudadano común. El gobierno de Macri ha tomado la decisión de aplicar estos aumentos sin ofrecer mejoras sustanciales en la infraestructura vial ni en el servicio que brindan estas autopistas. Mientras los porteños sufren el impacto económico de estas decisiones, el gobierno parece seguir ignorando las demandas de la sociedad.

El aumento de los peajes también refleja una clara política de privatización del sector público, que deja en evidencia la preferencia de este gobierno por beneficiar a las empresas privadas en detrimento de los intereses de la ciudadanía. El gobierno de Macri está llevando adelante un proceso de privatización de Corredores Viales S.A., lo que muestra una vez más que el bienestar de las personas no es una prioridad para quienes ocupan el poder.

El Gobierno Ignora las Consecuencias Sociales y Económicas

Es increíble que, en un momento donde la economía de muchas familias sigue sin recuperarse y donde la brecha de desigualdad crece a pasos agigantados, el gobierno decida aplicar un incremento tan alto en los peajes, una medida que solo beneficia a las empresas concesionarias. Este tipo de decisiones demuestra la desconexión total de la administración de Macri con la realidad social y económica de los porteños.

Este aumento no es solo un golpe al bolsillo, sino también una muestra más de la falta de planificación y sensibilidad del gobierno frente a las necesidades del pueblo. En lugar de buscar alternativas para mejorar el transporte público o invertir en infraestructura que beneficie a la mayoría, la gestión de Macri prefiere seguir favoreciendo a los grandes intereses privados, imponiendo cargas adicionales a los ciudadanos.

La Privatización y la Crisis de la Democracia

La privatización del servicio de autopistas y la constante subida de los peajes también nos invita a reflexionar sobre un aspecto más profundo: la crisis de la democracia. Cada vez más, el modelo de gestión de Macri se aleja de lo público y se adentra en un terreno donde las decisiones están guiadas por intereses privados. El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha priorizado el lucro de las empresas por encima del bienestar colectivo, lo que socava los principios fundamentales de una sociedad democrática y equitativa.

En este contexto, la ciudadanía se ve atrapada en un círculo vicioso donde la calidad de los servicios públicos empeora, pero los costos de estos servicios aumentan de manera desproporcionada. Las autoridades locales parecen ignorar la necesidad de un enfoque más inclusivo y responsable que garantice que los beneficios de las políticas públicas lleguen a todos los sectores de la sociedad, y no solo a una pequeña élite empresarial.

La Resistencia Social y la Necesidad de Cambio

Ante esta situación, es urgente que los ciudadanos se cuestionen el rumbo que está tomando la Ciudad de Buenos Aires bajo la gestión de Jorge Macri. Este aumento de los peajes no es un hecho aislado, sino parte de un modelo económico y político que beneficia a unos pocos a expensas de la mayoría. La sociedad no puede seguir siendo cómplice de políticas que solo perpetúan la desigualdad y el abuso de poder. Es necesario un cambio profundo en la forma de gobernar, en la que se prioricen los intereses de las mayorías por encima de los beneficios privados.

Es momento de un despertar colectivo, de exigir a los gobernantes que representen verdaderamente a los ciudadanos y no a las grandes corporaciones. Las políticas públicas deben centrarse en mejorar la calidad de vida de los porteños, no en aumentar impuestos y peajes sin justificar una mejora en el servicio que se brinda.

Conclusión

El aumento de los peajes en CABA es solo un nuevo ejemplo de la desconexión del gobierno de Macri con la realidad de la gente. En un contexto económico y social difícil, estas medidas solo agravan la situación de aquellos que más necesitan apoyo. Es hora de que los porteños despierten ante la creciente privatización y el desdén por lo público, exigiendo un gobierno que ponga en primer lugar el bienestar de la ciudadanía, y no el lucro de unos pocos. Sin duda, la verdadera prioridad debería ser mejorar el transporte público, generar empleo de calidad y garantizar un futuro más justo para todos.

Deja un comentario