En un mundo donde los líderes mundiales suelen ser retratados en reuniones solemnes, Javier Milei ha decidido darle un giro inesperado a la diplomacia. ¿Acaso se imaginaban que un presidente argentino podría salir de una reunión con Kristalina Georgieva, la directora del FMI, y luego tener tiempo para regalar un casco de fútbol americano a su ministro de Economía? ¡Eso es lo que llamamos multitasking!

Mientras el país arde en el “Criptoescándalo” y el riesgo país se dispara como un cohete, Milei se pasea por Washington como si estuviera en un desfile de moda. “El plan de estabilización y crecimiento de Argentina está dando resultados significativos”, dice Georgieva. Pero, claro, ¿quién necesita resultados cuando puedes tomarte una selfie con el FMI y salir en las redes sociales? La verdadera pregunta es: ¿cuántos “me gusta” le dará esto al presidente?

Por si fuera poco, se reunió con Elon Musk, ese magnate que parece tener más ideas locas que el propio Milei. ¿Qué discutieron? ¿Cómo hacer que Argentina sea el próximo destino turístico para los colonos de Marte? Porque, seamos sinceros, con la situación económica actual, cualquier cosa suena mejor que quedarse aquí.

Y en medio de todo esto, el presidente se prepara para su gran encuentro con Donald Trump en la CPAC. Es como el Super Bowl de la política conservadora. ¿Y qué va a hacer Milei? Hablar de geopolítica y finanzas, claro, porque nada dice “estamos en crisis” como un discurso sobre ajustes fiscales en un evento de conservadores. Pero no se preocupen, seguramente tendrá un chiste listo sobre el cepo cambiario para romper el hielo.

Mientras tanto, el ministro de Economía, Luis Caputo, se siente tan afortunado que hasta recibió un casco de fútbol americano como regalo. Porque, ¿quién no querría tener un casco para protegerse de las ideas brillantes que se le ocurren a Milei en medio de una crisis económica? Es un gesto de amistad que, sin duda, se convertirá en un símbolo de la “nueva era” que Milei promete.

Así que aquí estamos, con un presidente que se pasea entre líderes mundiales, regala cascos y espera que el FMI le dé una palmadita en la espalda. ¿Y quién necesita un acuerdo sólido cuando tienes una foto con Kristalina y un casco de fútbol? ¡Vamos, Argentina, que la fiesta apenas comienza!

Deja un comentario