La figura de Santiago Caputo, considerado el asesor estrella del presidente Javier Milei, se encuentra en el ojo del huracán tras una serie de errores que han generado preocupación en el seno del Gobierno. Su reciente enfrentamiento con el diputado nacional Facundo Manes, que se volvió viral, es solo la última de una serie de metidas de pata que ponen en entredicho su reputación como estratega infalible.

Uno de los errores más notorios de Caputo fue su intento de editar una charla del presidente Milei con el periodista Jonatan Viale. La versión editada, que pretendía presentar una imagen más favorable del mandatario, terminó siendo superada por la versión cruda de la grabación, que circuló ampliamente y dejó a Caputo expuesto. Este episodio evidenció que, a pesar de su cercanía con el presidente, su manejo de la comunicación no es infalible.

Además, Caputo se ha visto envuelto en controversias relacionadas con la licitación de la Hidrovía y el escándalo de $Libra, donde aún no se ha aclarado su responsabilidad ni la de Karina Milei, hermana del presidente. La falta de respuestas concretas en estos temas ha alimentado la percepción de que su gestión está plagada de errores.

En un contexto donde la presión política se intensifica, Caputo ha sido señalado como responsable de la estrategia de confrontación con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof. Esta decisión ha tenido consecuencias inesperadas, uniendo al peronismo en torno a un enemigo común y provocando la inminente presentación de una denuncia penal contra el presidente Milei. La falta de coordinación y la falta de previsión en la estrategia política han llevado a una mayor fragmentación en el panorama político.

La situación se complica aún más cuando se considera la inminente campaña electoral. Javier Milei, que busca consolidar su liderazgo en un entorno político cada vez más competitivo, se enfrenta a la necesidad de establecer alianzas. Sin embargo, su condición de líder libertario ha generado tensiones con figuras como Mauricio Macri, quien aún no ha tomado una decisión sobre su participación en el proceso electoral.

Las encuestas en la Ciudad de Buenos Aires también reflejan un panorama inquietante para el oficialismo. Leandro Santoro, un peronista, lidera las preferencias, lo que indica un cambio en la dinámica política de la capital. La respuesta del PRO ha sido reorganizar sus filas, desplazando a figuras clave en un intento por recuperar terreno.

En conclusión, los tropiezos de Santiago Caputo y la falta de un enfoque cohesivo en la estrategia del Gobierno de Javier Milei ponen de manifiesto la fragilidad de la situación política actual. A medida que se acercan las elecciones, es imperativo que el Gobierno aborde estos desafíos con una visión clara y un equipo que pueda navegar las complejidades del panorama político argentino. La capacidad de Caputo para mantener la confianza del presidente se verá puesta a prueba en los próximos meses, y su futuro en el Gobierno podría depender de su habilidad para aprender de sus errores y adaptarse a un entorno en constante cambio.

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