Por Francisco Fernández Ochoa, Presidente del PLIE español

En la compleja estructura del Estado español, las Comunidades Autónomas han adquirido un papel fundamental en la gestión de diversas competencias. Sin embargo, es esencial recordar que estas competencias no pueden ser un sustituto de las funciones primordiales del Estado. Hay un núcleo duro de competencias que debe permanecer intacto y bajo la dirección del Estado central, garantizando así la cohesión y unidad de nuestro país.

La Justicia, el Ejército y la Migración son ámbitos que no pueden quedar en manos de las Comunidades Autónomas. Imaginemos un escenario en el que cada región tuviera su propio ejército; sería un despropósito que solo conduciría a conflictos internos y a una fragmentación del país. Lo mismo ocurre con la gestión de la migración. La reciente imposición de que todos los inmigrantes deban integrarse en catalán es un claro ejemplo de cómo se pueden utilizar estas competencias de manera excluyente y divisiva.

Desde el PLIE, defendemos que competencias esenciales como la Educación y la Sanidad, que han sido delegadas a las Comunidades Autónomas con resultados desiguales, deben volver a ser parte del núcleo de competencias del Estado. La educación y la sanidad son derechos fundamentales que deben ser garantizados de manera equitativa para todos los ciudadanos, independientemente de su lugar de residencia. Un sistema educativo y sanitario centralizado permitiría establecer estándares comunes que aseguren la calidad y la igualdad de oportunidades para todos.

Es hora de que el Estado recupere el control sobre estas áreas vitales y garantice que todos los españoles tengan acceso a los mismos derechos y recursos. La fragmentación de competencias ha demostrado ser un fracaso y es nuestra responsabilidad corregir este rumbo.

El PLIE aboga por un Estado fuerte y cohesionado que proteja los intereses de todos sus ciudadanos, sin distinción. No podemos permitir que la diversidad se convierta en un motivo de división. Es el momento de unirnos y trabajar juntos por un futuro en el que todos tengamos voz y voto en la construcción de nuestra sociedad.