En un nuevo capítulo del creciente éxodo de empresas extranjeras de Argentina, Raizen, un gigante del sector energético, ha iniciado el proceso de venta de sus activos en el país. Esta decisión se produce en un contexto de crisis económica y restricciones impuestas por el gobierno de Javier Milei, lo que ha llevado a varias multinacionales a reconsiderar su presencia en el mercado argentino.

La Decisión de Raizen

Raizen, una empresa resultado de la asociación entre el conglomerado brasileño Cosan y la anglosajona Shell, ha contratado a J.P. Morgan para la valuación y liquidación de sus propiedades en Argentina. Entre sus activos más destacados se encuentra la histórica refinería Dock Sud, la más antigua del país, con una capacidad de procesamiento de 100.000 barriles diarios, así como una red de más de 700 estaciones de servicio bajo la marca Shell, que representan el 18% de las ventas de combustible en el país.

La relación entre Raizen y Shell se consolidó en 2018 cuando Raizen adquirió las estaciones de servicio de Shell en Argentina por 950 millones de dólares. Sin embargo, la situación económica actual ha llevado a la empresa a tomar esta difícil decisión.

Contexto de la Crisis

El éxodo de Raizen se suma a la lista de multinacionales que han abandonado el país en el último año, incluyendo a ExxonMobil, HSBC y Mercedes-Benz. La razón principal detrás de estas salidas no es necesariamente que operar en Argentina sea un mal negocio, sino las restricciones impuestas por el cepo cambiario, que limita la capacidad de las empresas para girar dividendos al exterior.

En 2023, Raizen fue denunciada por la Dirección General de Aduanas por prácticas fraudulentas en el comercio exterior, lo que agravó su situación en el país. La compañía fue acusada de sobrefacturar importaciones para obtener dólares del Banco Central a la cotización oficial, lo que generó un escándalo adicional en su operación.

Impacto en la Economía Local

La salida de Raizen y otras multinacionales está teniendo un efecto profundo en la economía argentina, que ya enfrenta un aumento alarmante de la pobreza y el desempleo. La crisis económica se ha profundizado bajo las políticas de ajuste del gobierno de Milei, y el cierre de empresas ha llevado a la pérdida de miles de empleos. Recientemente, se conoció el cierre de una histórica fábrica de alimentos en Mendoza, que dejó a 38 trabajadores desempleados, reflejando el impacto de la crisis en el sector industrial.

Conclusión

La decisión de Raizen de abandonar Argentina es un síntoma más de la crisis económica que atraviesa el país y de las dificultades que enfrentan las empresas en un entorno de restricciones cambiarias y políticas de ajuste. A medida que más multinacionales se retiran, el futuro económico de Argentina se vuelve cada vez más incierto, y la presión sobre el gobierno de Milei para encontrar soluciones efectivas se intensifica. La situación actual plantea serias preguntas sobre la sostenibilidad del modelo económico y la capacidad del gobierno para atraer y retener inversiones en un momento crítico para el país.

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