Las recientes oleadas de violencia en Siria han dejado a las minorías, especialmente a los alauitas, cristianos y drusos, en una situación de creciente vulnerabilidad. La escalada de ataques, que ha resultado en más de 1,000 civiles muertos, ha generado un clima de miedo y desconfianza hacia las nuevas autoridades, lideradas por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS). Este informe examina los eventos recientes, el impacto en las comunidades minoritarias y las reacciones de las autoridades.

Contexto de la Violencia

La violencia se desató el 6 de marzo de 2025, cuando un grupo de milicianos leales al derrocado régimen de Bashar al Asad se rebeló contra las nuevas Fuerzas de Seguridad. Esta revuelta provocó un caos generalizado y una serie de represalias que se han dirigido principalmente contra las minorías religiosas. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), 1,093 civiles han sido asesinados en estos ataques, que han tenido lugar principalmente en las provincias costeras de Latakia y Tartús.

George Sabe, hermano de los Maristas Azules de Alepo, ha denunciado la magnitud de las masacres y el ambiente de miedo que se ha instaurado en todo el país. “Hubo masacres, hubo muertos, hubo muchísima violencia”, afirmó Sabe, quien ha estado trabajando para ayudar a las familias desplazadas por el conflicto.

Persecución de Minorías

La nueva ola de violencia ha afectado no solo a los alauitas, sino también a cristianos y drusos, quienes han sido perseguidos por sus creencias. La Red Siria de Derechos Humanos (RSDH) ha documentado que muchos de los muertos eran civiles, incluidos musulmanes suníes que no estaban involucrados en el conflicto. La ONU ha denunciado ejecuciones sumarias y saqueos, lo que ha llevado a muchos a huir hacia zonas rurales o a buscar refugio en la base aérea controlada por Rusia.

Reacciones de las Autoridades

Las nuevas autoridades sirias han prometido investigar los incidentes y llevar a los responsables ante la justicia. Sin embargo, el presidente interino, Ahmed al Sharaa, ha culpado a “actores extranjeros” de la violencia, sin mostrar autocrítica por los abusos cometidos por sus propias fuerzas. La creación de un comité de investigación ha sido anunciada, pero muchos en la comunidad siguen escépticos sobre la eficacia de estas medidas.

Futuro de las Minorías en Siria

El clima de inseguridad ha llevado a muchos cristianos a considerar la posibilidad de abandonar Siria, una tendencia que ha aumentado desde el inicio de la guerra civil en 2011. Según el Informe de Libertad Religiosa 2024 de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, la población cristiana ha disminuido drásticamente, pasando de un 10% a un 3% en la última década.

George Sabe expresa su desesperanza ante el futuro: “No sabemos dónde vamos a ir, no sabemos cuál es el futuro. Hay mucha inquietud”. La promesa de reconciliación hecha por las nuevas autoridades parece estar lejos de cumplirse, y el ciclo de violencia sectaria continúa amenazando la estabilidad de la región.

Conclusión

La situación de las minorías en Siria es crítica, marcada por un aumento de la violencia sectaria y una creciente desconfianza hacia las nuevas autoridades. A medida que la comunidad internacional observa, es fundamental que se tomen medidas efectivas para proteger a las minorías y garantizar su seguridad en un país que ha sido devastado por años de conflicto. La promesa de un futuro pacífico y reconciliado parece más lejana que nunca.

Este informe ofrece un análisis detallado de la reciente violencia sectaria en Siria, el impacto en las comunidades minoritarias y las reacciones de las autoridades, subrayando la necesidad urgente de intervención y protección para estas poblaciones vulnerables.

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