En marzo de 2025, Argentina ha sido testigo de un resurgimiento de la violencia política, con manifestaciones que han escalado a disturbios en las calles de Buenos Aires. Estas protestas, inicialmente convocadas por jubilados en respuesta a un proyecto de reforma del régimen de jubilaciones, han sido infiltradas por barras bravas, piqueteros y otros grupos violentos que buscan desestabilizar el gobierno del presidente Javier Milei.

Contexto de las Manifestaciones

El 12 de marzo de 2025, miles de personas se congregaron frente al Congreso Nacional en Buenos Aires para protestar contra la reforma jubilatoria. Sin embargo, la manifestación fue rápidamente tomada por hinchas de más de 40 clubes de fútbol y sindicatos, quienes, en un giro violento, se unieron a la causa con el objetivo de sembrar el caos. La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, alertó sobre la preparación de estos grupos, afirmando que “venían preparados para matar”, destacando la gravedad de la situación.

Entre los convocadores se encontraba Mario Firmenich, un antiguo líder de la guerrilla montonera, quien, desde su refugio en Barcelona, instó a los hinchas a apoyar la causa de los jubilados. Este llamado a la acción fue respaldado por figuras históricas del kirchnerismo, como Luis D’Elía y Juan Grabois, quienes también se unieron a la violencia en las calles.

Escalamiento de la Violencia

Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad resultaron en cientos de detenciones y una veintena de heridos, incluidos varios policías. La situación se tornó caótica, con reportes de vehículos patrullas destruidos y civiles que requirieron atención médica. Un fotógrafo, Pablo Grillo, sufrió lesiones graves tras ser golpeado por un bote de humo.

Los barrabravas, conocidos por su comportamiento violento, jugaron un papel central en estos disturbios. Muchos de ellos, con antecedentes penales, fueron identificados por las autoridades durante las protestas. La historia se repite, ya que en 2017 un evento similar también involucró a estas bandas en violentas manifestaciones contra reformas jubilatorias.

Motivaciones Detrás de la Violencia

El resurgimiento de estos grupos violentos parece tener un objetivo claro: desestabilizar el gobierno de Javier Milei. Desde su asunción, Milei ha implementado políticas que han reducido el tamaño del Estado y han enfrentado a los sindicatos, lo que ha generado una creciente oposición. Su intento de reformar el sistema de pensiones y su enfoque en la criptomoneda $LIBRA han proporcionado a los nostálgicos del kirchnerismo una oportunidad para atacar su administración.

Milei, junto a Bullrich, ha logrado mantener un cierto grado de seguridad y controlar los piquetes que solían bloquear la ciudad. Sin embargo, los recortes en el gasto público y la supresión de ministerios han alimentado el descontento entre los sectores más radicales de la oposición.

Conclusión

El resurgimiento de la violencia política en Argentina, con la participación de barras bravas y piqueteros, representa un desafío significativo para el gobierno de Javier Milei. Las manifestaciones, que comenzaron como protestas legítimas por derechos jubilatorios, han sido cooptadas por grupos con agendas más violentas y desestabilizadoras. La situación actual refleja un clima de polarización y confrontación que podría complicar aún más la gobernabilidad en el país. La respuesta del gobierno y su capacidad para manejar esta crisis serán cruciales para el futuro político de Argentina.