
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha decidido convocar un nuevo paro general de 24 horas, programado tentativamente para el jueves 10 de abril de 2025. Esta medida se toma como rechazo a las políticas económicas implementadas por el Gobierno de Javier Milei, particularmente en relación con las paritarias salariales y la situación de los jubilados. La convocatoria se intensificó luego de los incidentes ocurridos en una reciente manifestación de jubilados frente al Congreso, lo que generó una creciente presión desde diversos sectores sindicales y sociales.
Contexto y razones del paro
El paro general, que será ratificado oficialmente en una reunión del Consejo Directivo de la CGT la próxima semana, se focaliza en dos puntos principales: el límite propuesto por el Gobierno en las negociaciones salariales y la situación económica general de los trabajadores. La Casa Rosada ha planteado restricciones a las paritarias, lo que la CGT considera una amenaza para el poder adquisitivo de los trabajadores, dado que el salario no debe ser una «variable de ajuste». Según los dirigentes sindicales, el Gobierno está imponiendo políticas que recortan los derechos laborales y perjudican a los trabajadores y jubilados.
Incidentes en la marcha de jubilados
El contexto de la convocatoria se vio marcado por los incidentes ocurridos en una marcha de jubilados frente al Congreso de la Nación. La protesta, que buscaba reivindicar los derechos de los pensionados, terminó con más de un centenar de detenidos y varios heridos. La respuesta represiva del Gobierno fue condenada por sindicatos como la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), quienes alertaron sobre el uso de la fuerza para sofocar el descontento social. Esta situación acentuó el malestar generalizado y aceleró la decisión de convocar el paro.
Rechazo a las políticas gubernamentales
La CGT ha reiterado su rechazo a las políticas económicas del Gobierno, especialmente el tope salarial y las restricciones en las paritarias. Héctor Daer, cosecretario de la CGT, subrayó en su discurso que “el salario no es una variable de ajuste” y que los sindicatos seguirán luchando por paritarias libres, sin limitaciones impuestas por el Ejecutivo. A su vez, los dirigentes sindicales han manifestado su preocupación por las consecuencias de estas medidas sobre la calidad de vida de los trabajadores y su poder adquisitivo.
Plan de lucha y movilizaciones futuras
Además del paro general del 10 de abril, la CGT ha planeado una serie de movilizaciones y protestas en los próximos meses. Entre ellas, destaca una jornada multisectorial contra el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y nuevas manifestaciones en defensa de los jubilados. Los dirigentes sindicales también han expresado su intención de reforzar la unidad con los movimientos sociales y profundizar el plan de lucha, con el objetivo de presionar al Gobierno para que cambie su enfoque económico.
Conclusión
La convocatoria a un paro general por parte de la CGT refleja el creciente descontento entre los trabajadores y sindicatos respecto a las políticas económicas implementadas por el Gobierno de Javier Milei. La medida busca defender el poder adquisitivo de los trabajadores, rechazar las restricciones en las paritarias salariales y visibilizar la situación de los jubilados. Además, la CGT ha dejado en claro su disposición a continuar con un plan de lucha que incluye futuras movilizaciones y una unidad más amplia con otros movimientos sociales para enfrentar lo que consideran un modelo económico perjudicial para los sectores populares.
