
La atmósfera política en la Cámara de Diputados se ha vuelto un campo de batalla, donde los conflictos internos y las alianzas estratégicas están redefiniendo el poder en el bloque libertario. En medio de este torbellino, Santiago Caputo ha tomado un papel protagónico, utilizando el escándalo relacionado con Martín Menem para desestabilizar a Karina Milei, hermana del presidente Javier Milei, y consolidar su propia influencia.
Desde que estalló el escándalo de la criptoestafa promovida por Javier Milei, Karina ha intentado barrer a Caputo de la escena política, incluso borrándolo de la cadena nacional durante la Asamblea Legislativa. Sin embargo, Caputo ha respondido con astucia, formando una alianza con Oscar Zago y aprovechando el caos generado por las acusaciones de Marcela Pagano contra Menem. En Diputados, se rumorea que Caputo ha sido el artífice detrás de la escalada de este conflicto, utilizando la situación para su beneficio personal.
Pagano, conocida por su estilo combativo, no solo acusó a Menem de ser un “fascista” en el recinto, sino que también desafió su credibilidad al exigir la ratificación de las autoridades de la comisión de Juicio Político. La diputada ha sido contundente en su crítica, tildando a Menem de “mentiroso” por negar su participación en los audios que se filtraron, y ha ofrecido su celular a la justicia para ser peritado, retando a Menem a hacer lo mismo.
Por su parte, Rocío Bonacci ha señalado que el administrador del grupo de WhatsApp del bloque libertario, Gabriel Bornoroni, fue quien borró los audios incriminatorios, lo que añade una capa más de complejidad a la situación. La disputa se intensifica, y la presión sobre Menem aumenta a medida que los aliados de Karina Milei buscan desestabilizar su posición.
El papel de Santiago Caputo se torna crucial en este entramado. Al haber logrado blindar el DNU del FMI y alinear su estrategia con Zago, Caputo ha conseguido posicionarse en el centro de la toma de decisiones, todo mientras Karina Milei observa con creciente incomodidad la acumulación de poder en torno a su figura. Esta situación se complica aún más con el nerviosismo que ha generado el escándalo de la criptoestafa, que ha puesto a Menem en una posición vulnerable.
El conflicto interno dentro del bloque libertario no solo revela la lucha por el poder, sino que también pone en evidencia la fragilidad de las alianzas políticas en un contexto donde la desconfianza y las traiciones son moneda corriente. A medida que las tensiones aumentan, la figura de Milei se encuentra en el centro de una tormenta política que podría tener repercusiones significativas en su gobierno.
En conclusión, el escándalo de Menem y la intervención de Santiago Caputo en la Cámara de Diputados subrayan la volatilidad de la política argentina actual. La lucha por el control del bloque libertario se intensifica, y el desenlace de esta batalla interna podría definir el futuro del gobierno de Javier Milei. La situación es un recordatorio de que, en la política, las alianzas son efímeras y el poder puede cambiar de manos en un abrir y cerrar de ojos.
