El 24 de marzo de 2025, Plaza de Mayo será el escenario de una histórica marcha en la que casi todas las organizaciones de Derechos Humanos se unirán por primera vez en 19 años para expresar su rechazo a las políticas del presidente Javier Milei. Esta confluencia de voces, que incluye a Madres, Abuelas e HIJOS junto a partidos políticos y sindicatos, se llevará a cabo bajo la consigna “Contra el fascismo y la miseria planificada”.

Desde el regreso de la democracia, las agrupaciones de Derechos Humanos habían marchado en unidad cada 24 de marzo, pero tras un quiebre en 2006, se dividieron en diferentes actos. Este año, sin embargo, las organizaciones han logrado un consenso tras dos meses de negociaciones, marcando un regreso simbólico a la unidad en la lucha por Memoria, Verdad y Justicia.

El acto comenzará a las 16:30, con un solo escenario donde se espera que oradores emblemáticos como Estela de Carlotto, Taty Almeida, Elia Espen y Adolfo Pérez Esquivel lean un documento consensuado que criticará las políticas económicas de Milei, vinculándolas a las prácticas del terrorismo de Estado de la dictadura. El discurso también abordará la violencia institucional, la libertad de protesta y los reclamos por justicia en casos recientes de abusos por parte de las fuerzas de seguridad.

“Esperamos que esta sea la marcha más multitudinaria de la historia”, afirmó Charly Pisoni, integrante de HIJOS Capital. Las organizaciones esperan una gran convocatoria, similar a la del año pasado, que reunió a alrededor de 250,000 personas.

A pesar de esta unificación, no todas las voces estarán presentes en el mismo acto. La izquierda, representada por un sector del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, ha decidido realizar su propia marcha, argumentando que no se puede hablar de un discurso unificado. Este grupo concentrará en el Congreso y marchará hacia Plaza de Mayo con un documento independiente que condena las políticas del gobierno de Milei y la complicidad de la oposición.

Las organizaciones que marcharán juntas han manifestado la necesidad de expresar un rechazo unificado ante lo que consideran un ataque a los derechos de los trabajadores y a la memoria histórica del país. “El gobierno tiene un plan de guerra contra los trabajadores”, afirmó Gabriel Solano, dirigente del Partido Obrero, al tiempo que enfatizó la importancia de mantener la independencia de las voces críticas.

A medida que se acerca esta fecha emblemática, la expectativa crece en torno a la magnitud de la movilización y su capacidad para influir en la agenda política del país. La marcha del 24 de marzo se presenta no solo como un acto de conmemoración, sino como una poderosa declaración de unidad en un momento de profunda crisis social y política en Argentina.

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