
Enojado porque la gente “no acompaña” los intentos de sectores de la oposición para generar un clima de conflictividad en la provincia, el Secretario Adjunto de Camioneros, Cristian Pérez mostró que hay sectores esperando desestabilizar al gobierno de Claudio Vidal a cualquier precio. Incluso “camuflando” sus intereses políticos dentro de reclamos genuinos de los trabajadores.
Algo similar ya había quedado en evidencia durante el último reclamo del sector docente en Santa Cruz, que luego de un paro salvaje de más de 15 días que dejó sin la posibilidad de concurrir a las aulas a miles de niños y jóvenes santacruceños, pusieron fin a las medidas de fuerza aceptando prácticamente la misma oferta inicial del gobierno. Esto, no sin antes, “apretar” a los diputados provinciales para que no tratasen una ley que pretendía evitar el crónico ausentismo docente que impera en el sistema educativo provincial.
En este caso, se puso observar la influencia del minúsculo pero persistente sector de la izquierda que dirime por estos días las posibles candidaturas para las legislativas de este año; y utilizó el conflicto para visibilizar a sus dirigentes.
Algo similar, pero aún más artero, ocurre con el Sindicato de Camioneros en la provincia, que desde hace algunos años busca protagonismo político, sin conseguirlo.
No hay que olvidar que, en abril del 2022, se anunciaba que el partido político del Sindicato de Camioneros nacional, conducido en ese momento por Hugo Moyano “desembarcaba” en Santa Cruz. La denominación de este “sello” era Cultura, Educación y Trabajo (CEP) y tenía el objeto de sumase al “frente” que eventualmente encabezaría el Kirchnerismo. Claro que ese partido no logró ni siquiera completar el trámite para su reconocimiento electoral. Ocurre que, pese a toda la estructura y aparato de los Camioneros, no lograron obtener las poco más de mil afiliaciones que se requerían en Santa Cruz. En síntesis, no consiguieron el apoyo de los vecinos, aunque si de muchos “afiliados” a los que no les quedó otra que “poner el gancho” en las fichas de afiliación partidaria.
Tras ese fracaso, el gremio de Camioneros de Santa Cruz se limitó a ser el furgón de cola (en este caso el acoplado) de las experiencias del Frente de Todos y luego, Unión Por La Patria, la última y fallida experiencia electoral del Kirchnerismo.
El deseo de Pérez
Ahora, en un año electoral y con el “rio revuelto” que experimenta el Partido Justicialista a nivel nacional, y especialmente el “PJ/K” en Santa Cruz, la dirigencia camionera advierte una posibilidad de protagonismo. Y es ahí donde las declaraciones altisonantes de Pérez cobran sentido. En un momento donde la dirigencia política afín al Kirchnerismo guarda silencio – tal vez esperando permiso de Cristina o Máximo – sale a confrontar y “calentar” la escena política, buscando claramente desestabilizar a un gobierno elegido para lograr un cambio en la provincia y romper una “paz social” que mucho cuesta sostener en estos tiempos de crisis. De todos modos, esta, clara expresión de deseo de un escenario conflictivo, choca con su propio análisis que revela que los santacruceños han elegido otro camino.
“Hay mucho descontento en la calle, todo lleva a lo mismo, pero la gente no quiere salir a protestar por sus salarios, medicamentos, etc. Yo todavía no entiendo por qué la gente no reacciona, todos los vecinos tendríamos que estar en la movilización, entonces, no nos podemos conformar con lo mismo, tenemos una provincia muy rica en todo sentido, que esté pensando esto en Santa Cruz es muy triste”, dijo Pérez en una entrevista con programa El Mediador (Tiempo FM 97.5).
Al analizar el contexto y los fundamentos de las medidas de fuerza que se extenderán hasta el jueves, el dirigente camionero obvió que el paro y movilización lanzado por la CGT nacional estaban dirigidas al gobierno de Milei, e introdujo el tema provincial sin que en ningún momento la convocatoria oficial de la CGT Regional Santa Cruz hubiera expresado algo similar.
Pero insulto, sus declaraciones más que apuntar contra la gestión de Vidal, hicieron hincapié en que la gente no protesta o reclama en su contra; algo que evidentemente enoja al Kirchnerismo. Vale recordar que en diciembre del año pasado Pérez había realizado declaraciones similares y había expuesto el mismo asombro ante la actitud de la ciudadanía.
“La verdad que como frente sindical venimos haciendo una pelea muy grande. Lamentablemente, hay mucha gente que no lo entiende”, remarcó el año pasado en momentos en que se discutía la aprobación del RIGI para grandes inversiones en la provincia.
Oportunismo
Lo de ayer era puntual, el reclamo de la CGT tiene el objetivo de “marcarle la cancha a Milei” en un momento en donde el gobierno nacional está mostrando sistemáticamente su inexperiencia política.
Entonces, las declaraciones de Pérez sobre la situación petrolera en zona norte dejaron al descubierto el “tiro por elevación” hacia Vidal. Por falta de valentía, o por no dejar al descubierto la intencionalidad política en declaraciones supuestamente de índole sindical; antes nunca se había pronunciado sobre el tema. Incluso cuando el conflicto con YPF arreciaba. Tras la firma del memorándum con la operadora en donde se acordó un millonario resarcimiento para la provincia, remediación ambiental y especial preocupación por los puestos de trabajo; la declaración queda extemporánea.
De todos modos, Perez lanzó: “Hubieron (debió decir Hubo) varios trabajadores que se pudieron jubilar con el retiro voluntario, el 80% del trabajo en la actividad petrolera bajo, quedo lo mínimo, yo creo que va llegar a un momento que va terminar reventando porque una de las actividades más grandes que es la petrolera, ha disminuido, ni hablar del comercio. Por eso vamos a salir a manifestar a la ruta como corresponde, esperamos que el gobierno provincial se haga cargo de esta situación”. Extrañamente, un dirigente de Camioneros, de una provincia a la que nunca le llegaron beneficios para sus afiliados y que por años se limitó a aplaudir las acciones de Hugo Moyano; se torna una entidad “combativa” en Santa Cruz. Tampoco dijeron nada del escueto 1 por ciento de incremento que firmó Moyano en la paritaria petrolera, muy lejos del 10% para el trimestre que el gremio habría pedido inicialmente.
Queda claro que una cosa es reclamar y defender a un sector, y otra cosa es alentar un quiebre en la paz social. La diferencia es sustancial y claramente los intereses son distintos.
Lo de Pérez quedó en claro, y aunque intente disfrazar su discurso de sindical, tiene una clara connotación política. En un año electoral, romper la paz social, le sirve a quienes están agazapados buscando redito político.