Con Pablo González fuera de juego en la carrera por posesionarlo como candidato del Peronismo santacruceño, la «cúpula» partidaria en manos del Kirchnerismo se prepara para ordenar filas, disciplinar a los díscolos que reclaman elecciones internas e imponer un nuevo nombre encabezando la lista a diputados nacionales.
Por ahora solo trascendió que se convocará a un encuentro con fecha 17 de mayo, en el cual no solo se «bajará línea» a todos dirigentes para que, a su vez ordenen la tropa «hacia abajo»; y además se comenzaría a revelar la estrategia electoral.
Mientras Cristina Kirchner respira aliviada por el fracaso del proyecto de Ficha Limpia y espera el resultado de la recusación al Juez de la Corte Ricardo Lorenzetti; en Santa Cruz los empleados de la ex presidente también comienzan a sentirse más cómodos para tomar decisiones.
Además Máximo Kirchner está enfocado en «limar» al gobernador de Buenos Aires, Axel Kiccilof y pareciera haber dejado en manos de los «mismos de siempre» la tarea de resolver la interna santacruceña.
Hay que señalar que los resultados de las elecciones que se dieron en Chaco, Salta y Jujuy dejaron en claro que el Kirchnerismo ha perdido muchísimo terreno electoral; algo que podría verificarse también en Santa Cruz.

Obediencia o expulsión

Si bien la tarea principal de este primer encuentro sería «poner en orden» a la militancia y avanzar sobre una estrategia concreta, lo cierto es que el principal objetivo es mandar una señal y apuntar contra los «peronistas» que se sumaron al partido SER, que llevó a la gobernación a Claudio Vidal. Si bien muchos de ellos no se sumaron luego a la estructura partidaria y tampoco a la función publica; estos peronistas «no K» están «marcados» y para ellos no habría recibimiento con los brazos abiertos, como pasó con los radicales que retornaron a su partido luego de haber sido parte del Frente que llevó al gobierno a Vidal.
En el PJ no habrá «amnistía» o «perdón» como si hubo en la UCR, con casos emblemáticos como el intendente de San Julián Jorge Gardonio, quien después de trabajar intensamente a favor de Vidal y en contra de la diputada Roxana Reyes que aspiraba a la gobernación en 2023, ya es nuevamente parte de la mesa de trabajo radical para estas elecciones.
En el peronismo santacruceño no habrá «indultos» y todo aquel que se hubiera pronunciado a favor de una renovación y democratización interna será expulsado. Básicamente esto es lo que anticipó semanas atrás otro del staff permanente de empleados de Cristina, Mauricio Gómez Bull quien lanzó una amenaza en sus redes: «Quiero ser el primero en realizar la moción para expulsar del PJ a todos estos paracaidistas del poder de turno. No tienen una sola convicción más que la de llevar algo a su bolsillo»- En aquel posteo en donde rechazaba la posibilidad de una interna para defiir nuevos liderazgos también lanzó: «La conducción del Partido que la discutan quienes a través de los votos son sus referentes: Pablo Grasso, Javier Belloni, Alicia Kirchner, Pablo González, los compañeros intendentes de la Cuenca, Darío Menna y Aldo Aravena y los diputados y concejales de Unión por la Patria. A ellos tenemos que escuchar y acompañar», sentenció como un anticipó de lo que se puede esperar en el próximo encuentro del PJ.
En definitiva, «los mismos de siempre» serán quienes a falta de sus «jefes» quienes impondrán al candidato que encabezará la lista de los diputados, que tiene además cumplir una serie de requisitos básicos: ser «ultra K pero intentar disimularlo, tener el perfil de «cada nueva» o «joven» y sobre todo estar dispuesto a ser la cara de la derrota.

Caras no tan nuevas

El próximo sábado sería la sita peronista-kirchnerista y aunque lo mas probable es que sea en Río Gallegos, teniendo en cuanta que quien llevará la voz cantante será el intendente Pablo Grasso; se sabe que algunos dirigentes pidieron que sea en otra localidad como para «disimular un poco» como van a bajarlas ordenes de acá hasta las elecciones.

Es que éste encuentro se había empezado a gestar en el despacho del Jefe Comunal, cuando comprobó que la dispersión de la dirigencia y la falta de definiciones lo favorecían para mostrarse como «hombre fuerte» y con «estructura». De allí surgió un primer encuentro convocada por Alan Bjerring, quien es presidente del Consejo local del PJ en Gallegos. En esa reunión estuvo también el presidente de la Mesa Ejecutiva del Congreso Provincial Eloy Echazú y las dirigentes Daniela Peralta y Mónica Gutiérrez; todos muy cercanos a Grasso.

Estos dirigentes son quienes comenzaron a «apurar» a Miriam Aguiar, presidente del PJ Santa Cruz para que comenzara a «resolver» algunas cuestiones y proporcionar las herramientas partidarias para concretar los planes de Grasso. Le llevaron la estrategia armada, podría decirse.

De este modo, además de iniciar la tarea administrativa de expulsar a los «rebeldes» afines a Vidal; poner un punto final a las especulaciones e imponer un candidato. Al respecto, hay que mencionar que Pablo González ya había sido descartado; tanto por el antecedente de su pésima gestión al frente de YPF, como por el rechazo generalizado que experimentó cuando recientemente intentó tener relevancia publica. Ahí es donde apareció el nombre de Gómez Bull, y en un intento por «medir» su aceptación lo usaron como «vocero» en sus redes sociales. Pero el ex diputado, ex presidente de Vialidad provincial, entre otros cargos en los que se lució como «amigo» de Máximo; tampoco «movía la aguja» electoral. Es que aunque es joven, no representa lo nuevo, mas bien todo lo contrario. De ese dilema entre una figura que exprese una «novedad» es que surgió el nombre de Diego Robles, actual Jefe de Gabinete y funcionario de extrema confianza de Grasso.

No es casual que aunque antes era esquivo a participar de actos, últimamente no se pierde ninguno, y dejó su bajo perfil para hacer todo tipo de declaraciones. Un ejemplo de esto fue en la reciente acto en Boca donde reivindicó el lema: «Río Gallegos no se rinde». Robles dijo que «el lema resume la gestión de estos años, marcados por los cambios de gobierno a nivel nacional y provincial», explicó Robles al ser consultado sobre la consigna «Río Gallegos no se rinde. No se resigna y va a seguir creciendo, a pesar del contexto. Esa es la visión política del intendente y lo que nos transmite a diario», remarcó dejando no solo una definición política sino también una confirmación de a quien responderá en la campaña.

foto: patagoniahoy.ar

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