
Desde hace semanas que se sabe que el intendente de la capital de Santa Cruz estaba mas interesado en lo que pasaría en Río de Janeiro (Brasil) que en lo que pasa en Río Gallegos.
«Grasso se ríe de Janeiro»; comentaron algunos en sus redes sociales al ver la información sobre el viaje del Intendente a la ciudad caracterizada por el «carnaval carioca», las playas y la caipirinha; mientras que la localidad sureña atraviesa un evidente estado de abandono.
No es sólo una humorada, o un juego de palabras, ya que toda la atención del Jefe Comunal se encuentra desde hace tiempo en buscar una proyección fuera de la localidad que debe gobernar; y en lo que va del mes se paso varios días de gira por localidades de la zona norte provincial y solo «visitó» Río Gallegos el fin de semana, casi como una escala a Río de Janeiro.
La pregunta es obvia: ¿Qué fue a hacer Grasso en su escapada a la capital de la Samba»?
Según los medios riogalleguenses en los cuales habitualmente se difunde la agenda del Jefe Comunal: «El intendente de Río Gallegos es parte de la Misión BRICS 2025 que se lleva a cabo del 26 al 28 de mayo en Brasil». Pero además ampliaron: «Participó de reuniones y acuerdos internacionales con municipios y universidades de todo el mundo».
Un detalle: Grasso se sumó a esta comitiva como integrante de la Federación Argentina de Municipios (FAM), cuyo titular es el procesado y reo de un próximo juicio oral por abuso sexual, Fernando Espinoza, intendente de la Matanza.
En este cuasi «viaje de egresados» que armaron los intendentes Kichneristas, Graso asegura que llevó proyectos que le servirán a la comunidad riogalleguense.
La consigna argumentada: «poner a Río Gallegos en el mundo».
Es que a Grasso ya no le alcanza con ser el mayor promotor de espectáculos artísticos de la Patagonia organizando mega eventos y shows con la plata de los contribuyentes locales, con la excusa de poner en el mapa artístico y cultural del país la capital de Santa Cruz; sino que ahora intenta a ser una suerte de embajador de la ciudad.
Se ríe de Gallegos
Según la información oficial del evento, el encuentro al que asistió Grasso se llevó a cabo en la ciudad de Maricá y habría reunido a representantes de gobiernos locales de todo el mundo para participar del «Buró Ejecutivo de FLACMA» y de la Reunión de la Asociación Mundial de Ciudades y Municipios +BRICS.
De acuerdo con lo publicado por el diario Tiempo Sur, Grasso contó que en ese encuentro «hubo gente de todo el mundo, de todos los municipios de los países de Rusia, República Dominicana, la India o Turquía, como así también de México y Ecuador». En este encuentro del Mundo Mundial, el intendente estuvo como un turista mas y luego como un corresponsal dio detalles de lo que vio. Es cierto que luego anunció que se presentó un proyecto destinado al emprendedurismo y que aseguró que firmaría un acuerdo con la Universidad de Chicago que «beneficiaría» a Río Gallegos; pero nada con mayores detalles y precisiones.
Sobre la iniciativa que habría llevado en carpeta, el diario La Opinión Austral informó: «el jefe comunal presentó el proyecto «Mercado del Atlántico» y el programa nacional MAPEar (Mercado Argentino de Productores y Emprendedores), impulsados por la Municipalidad de Río Gallegos con el objetivo de fortalecer la economía regional, crear redes de cooperación y brindar nuevas oportunidades de desarrollo a emprendedores locales».
«Queremos que Río Gallegos se conecte con el mundo», fue el argumento de Grasso para tomarse un vuelo a Brasil y descansar al menos por unos días de los problemas de la capital de Santa Cruz.
La pregunta que queda pendiente apunta a saber si alguna vez los vecinos de Río Gallegos, podrán acceder a la información sobre este y otros tantos gastos y erogaciones disparatadas que realizan las arcas municipales para financiar las brillantes ideas del intendente.
Es que no es un tema menor que un funcionario que tiene la responsabilidad de gestionar la ciudad más importante de una provincia, se maneje con tanta arbitrariedad y con absoluta impunidad; gastando el dinero que no sobra en el municipio (en este caso pasajes aéreos, estadía y viáticos como mínimo) y nunca dé explicaciones a quines con sus impuestos sostienen la comuna.
En definitiva, con esta última ocurrencia del intendente quedó en claro que en realidad «Grasso se ríe de Gallegos».