juez

La Cámara Federal de Casación Penal confirmó el miércoles la prisión preventiva en arresto domiciliario del juez federal de Rosario Marcelo Bailaque, quien está acusado en tres causas penales por extorsión y vínculos con el narcotráfico. El magistrado, recordado en por su paso por la Justicia provincial de Santa Cruz como Juez de Instrucción de Caleta Olivia, no solo enfrenta las serias acusaciones por sus posibles conexiones narco, sino que también esta atravesando un proceso de destitución en el Consejo de la Magistratura de la Nación. En esta causa administrativa fue convocado para presentarse para hacer su descargo el próximo 27 de junio. Vale mencionar que Bailaque no está preso porque tiene fueros, pero los podría perder si finalmente es destituido por el Consejo de la Magistratura.
De acuerdo a la información del portal Fiscales.com.ar :el tribunal rechazó las impugnaciones planteadas por la defensa y morigeró parcialmente las medidas de coerción personal y patrimonial impuestas al titular del Juzgado Federal N°4 de esa ciudad santafesina, cuando quedó imputado de varios delitos funcionales. Se le redujo el monto del embargo económico de 1.500 a 600 millones de pesos.

Imputación

El juez Bailaque quedó imputado como autor de los delitos de extorsión, concusión, prevaricato, abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público, falsedad ideológica de documento público y allanamiento ilegal, conductas contrarias a derecho que habría cometido como titular del Juzgado Federal N°4 de Rosario.
En tanto, el 13 de mayo pasado y en una investigación conexa a uno de los tres legajos en los que está acusado el juez, también fue imputado por extorsión y tráfico de influencias el financista Fernando Elías Whpei.
Las investigaciones son impulsadas por el titular de la delegación regional de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC), Juan Argibay Molina; el fiscal a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) región NEA, Matías Scilabra; y el fiscal federal de la oficina de Litigio Oral Estratégico del Área de Investigación y Litigios de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Rosario, Federico Reynares Solari.
De las diversas audiencias que tuvieron lugar en la investigación, que se lleva adelante bajo las reglas del sistema acusatorio establecidas en el Código Procesal Penal Federal (CPPF), también participaron el fiscal general interino con funciones de coordinación del Distrito Rosario, Javier Matías Arzubi Calvo; los fiscales titulares de la PROCUNAR, Diego Iglesias; de la PROCELAC, Diego Velasco; y de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), Sergio Rodríguez.

El caso

El Juez Marcelo Bailaque es el titular del juzgado federal 4 de Rosario, uno de los encargados de investigar el crimen organizado en una de las ciudades en donde el narcotráfico tiene un impacto que ha generado altísimos indices de violencia y asesinatos de todo el país.
El magistrado tiene tres causas penales en su contra: está acusado por armar causas falsas a empresarios y extorsionarlos para que le paguen 200 mil dólares y por tener vínculos con Esteban Lindor Alvarado, uno de los jefes narcos más importantes de Rosario, para quien demoraba investigaciones en su contra.
En principio, una de las investigaciones es por una denuncia falsa que se presentó en la AFIP de Rosario y que luego se remitió al juzgado de Bailaque contra los empresarios Jorge Oneto y Claudio Iglesias. Un anónimo decía que lavaban plata para el grupo narco «Los Monos».
El ex titular de la AFIP de Rosario, Carlos Vaudagna, declaró como arrepentido y contó que la maniobra fue armada en el quincho del edificio donde vive Bailaque entre él, el juez y el amigo del magistrado y empresario Fernando Whpei, -ahora preso en detención domiciliaria-, que fue quien se reunió con los denunciados para decirles que él conocía al magistrado y que podía arreglar la causa si pagaban 200 mil dólares. Los empresarios pagaron 160 mil dólares.
La segunda es por maniobras dilatorias para favorecer al capo narco Alvarado y su exesposa Rosa Natalí Capuano. Concretamente, Bailaque fue acusado de demorar una orden para intervenir el teléfono de la mujer. Además, Alvarado y Bailaque compartían el mismo contador, Gabriel Mizzau. Y el hijo de Mizzau trabajó en el juzgado de Bailaque.
La última causa contra el juez es por el manejo de los fondos de la cooperativa de trabajadores portuarios de San Lorenzo y Puerto San Martín. Bailaque autorizó el pedido de los interventores de desbloquear los fondos y transferirlos a la Mutual de Jubilados, Retirados y Pensionados Provinciales, que pertenece al Grupo Unión, cuyo responsable es Whpei, quien le pidió el dinero a los empresarios para cerrarles la causa que falsamente había armado Bailaque.

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