
En medio del revuelo que genera la prisión domiciliaria de Cristina Kirchner y mientras el PJ de todo el país espera señales de sus principales dirigentes para «saber para qué lado corren», uno de los referentes peronistas más ortodoxos, polémicos y mediáticos, Santiago Cuneo salió a expresarse sin concesiones respecto a la interna de su partido y fue categórico contra el hijo de la ex presidente condenada y presa. Pero sus declaraciones no sólo apuntaron contra Máximo, de quien antes tenía un «buen concepto» como dirigente, llegando a acompañarlo en algunos actos (véase foto que ilustra la nota), sino también a la necesidad de buscar nuevos liderazgos «democráticos» dejando atrás a los Kirchner.
Más allá de las consideraciones generales y análisis personales, dentro del Peronismo es sabido que Cuneo es una voz que supo anticiparse a lo que luego pasó dentro del partido, tal el caso de su permanente rechazo a la figura de Alberto Fernández cuando este ejerció la presidencia.
Máximo, no sirve
«En lo político no comparto para nada que Máximo tenga que tener protagonismo, es una mochila de plomo en el peronismo bonaerense. Justamente es lo que hay que superar, dejar atrás, y los nuevos tiempos, después de la detención de Cristina Kirchner, tienen que ser tiempos en que la copa del árbol, no tapen más las raíces», sentenció Cúneo en dialogo con el portal de noticias Infobae.
En análisis del dirigente político y periodista – que en la actualidad conjuga una campaña por el interior bonaerense con la conducción de un programa en su canal de Youtube – es crudo y sincero y por eso tiene alto impacto en las bases del peronismo no solo porteño sino también en todo el país.
A tal punto llega la franqueza de Cúneo, que no repara en contradecir a uno de sus amigos más cercanos como el ex Ministro de Planificación Social Julio De Vido, quien había postulado abiertamente a Máximo como el sucesor de Cristina para liderar al PJ. Esta es la misma postura que de alguna manera impulsa Sergio Massa desde su Frente Renovador, ya que el ex superministro de Alberto Fernández y derrotado candidato a Presidente, prefiera impulsar un armado con La Cámpora a ceder espacios al gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof que pretende quedarse con el liderazgo «pos Cristina».
«Las declaraciones de Julio De Vido tienen un alto componente de lo que significa su relación personal con la familia, con su amigo que era Néstor, y el afecto con su hijo», explicó el Cuneo marcando en su análisis que la propuesta de De Vido tenía más que ver con lo afectivo que con lo político y poniendo en evidencia que una conducción en manos de Máximo no sirve para estos tiempos de la política donde la sociedad rechaza a la casta.
Axel y los intendentes
El polémico dirigente entiende que debe llegar una renovación del peronismo y que la situación de protagonismo de Cristina presa se irá diluyendo. Además, Cúneo tiene dialogo con la dirigencia más de «base» y por eso entiende que el rol de gobernador bonaerense y los intendentes del conurbano serán la clave para salvar de la debacle a un PJ en crisis. Esta mirada es coincidente con aquellos que piensan que para que el justicialismo llegue fortalecido al 2027, la elección de este año debe resolverse en Buenos Aires y de la mano de la estructura política que acompaña a Axel.
«El peronismo llega a esta elección de septiembre con la necesidad de que el gobernador salga fortalecido de una elección donde las listas desgraciadamente no surgieron de la voluntad de los afiliados, pero que claramente debe ser la elección de los intendentes y del gobernador. Plantear cuestiones nacionales en la elección de septiembre es perjudicial para el peronismo», afirma Cúneo.
Unidad, pero con interna
Como viejo actor de la política nacional, Cúneo también presiente que la época kirchnerista donde todo se digitaba desde arriba y que los liderazgos eran cuestión de ser «nominados» por Néstor o Cristina mas que elegidos por las bases, se terminó. O debería terminarse para avanzar en una reconstrucción partidaria.
«La unidad solo es cuando existe democracia interna, no podemos ir unidos si pensamos distinto. El peronismo tiene que estar unido detrás de la idea de terminar con este Gobierno, pero tenemos que saber qué vamos a ser cuando volvamos a ser gobierno», explicó.
Cristina, el pasado
Cúneo ya confirmó que será candidato, pero sabe que en la situación actual del PJ, lo seguro será ir por afuera ya que el debate interno será complejo y no alcanzaría a definirse para las legislativas.
En este contexto dejó en claro que el ciclo de liderazgo partidario de la ex presidente terminó y que el partido debe asumirlo para avanzar y no quedar prisionero de la situación personal de ella.
«Cristina tiene mi solidaridad, jamás tendría mi obediencia», sentenció, dejando en claro que la lealtad personal no implica sumisión política y advirtió que el futuro del peronismo depende de la capacidad de mirar hacia adelante y no de reeditar viejas fórmulas. «No va a haber unidad si, como dijo Cristina, pretenden volver. Acá hay que mirar al futuro, no al pasado», enfatizó.
Finalmente, en relación a la posibilidad de impulsar proyectos alternativos en ausencia de unidad, Cúneo fue categórico: «Si no hay unidad, debemos llevar los proyectos alternativos como si fuera una interna abierta. Está claro que no va a haber ningún cambio hacia un peronismo revolucionario de la mano del reformismo cristinista», afirmó.