
Javier Milei, en su afán de hacer política con el campo, parece estar bajo la mirada vigilante de su hermana, quien no duda en lanzar advertencias a quienes se atrevan a cuestionar su autoridad. “Cuidado conmigo”, parece susurrar Karina, la jefa de la familia Milei y, al parecer, del partido.
El kirchnerismo siempre ha tenido un talento especial para imponer el orden y la obediencia a rajatabla, pero ahora Karina ha decidido adoptar esa misma estrategia en su propio espacio político. El desafío de exigir lealtad sin ofrecer una contrapartida política o electoral es un juego arriesgado para alguien que ha estado relativamente fuera del foco público.
“Dejar a Karina sola es un problema”, reflexionó un funcionario de la Casa Rosada, que prefiere permanecer en el anonimato mientras navega por las turbulentas aguas del nuevo gobierno. Javier, el presidente, ha demostrado que tiene más astucia política de la que admite, como lo evidenció al anunciar una leve reducción de las retenciones durante su discurso en La Rural, evitando así ser abrumado por el silencio o la desaprobación del público.
Sin embargo, la figura de Karina se erige como la verdadera autoridad. Cualquiera que ose cuestionar sus ideas o puntos de vista se enfrenta a un destino poco halagador. Hoy es el turno de Santiago Caputo, pero la lista de víctimas incluye a Ramiro Marra, Victoria Villarruel y Diana Mondino, todos miembros del elenco inicial del mileísmo.
El Poder de Karina Milei
“Los jóvenes pueden ser un poco locos y habernos hecho la vida difícil en las redes, pero son el corazón de este proyecto. Ellos supieron cómo comunicar y captar la atención de los jóvenes que antes no querían saber nada de política”, confiesa un miembro del círculo cercano a Karina. “Ahora, no estoy tan seguro”, añade, dejando entrever un leve escepticismo.
Otro experto en desarrollo territorial se ríe de los ataques que ha recibido Sebastián Pareja. “Sebastián está en la misma situación que todos nosotros. O se alinea con Karina o también corre el riesgo de ser despedido”, revela, sugiriendo que muchos en el entorno de Milei están más preocupados por mantenerse en el juego que por hacer lo correcto.
En los últimos meses, los primos Menem han intensificado sus interacciones con Karina, mientras que otros, como Guillermo Francos, se encuentran en una posición más precaria. Cada vez que intenta hablar en nombre del presidente, alguien lo deja en ridículo al día siguiente.
Sebastián Pareja, atrapado entre su admiración por Javier y las exigencias de Karina, se encuentra en una encrucijada.
El Desafío de La Libertad Avanza
El mileísmo, un proyecto que se basa en la anarquía y el apoyo popular, parece estar perdiendo su atractivo. Aunque en 2023 logró captar la atención de diversos sectores, ahora parece estar más centrado en las clases medias y altas, así como en el ámbito rural. La fatiga de la población, que en un momento se mostraba entusiasta, comienza a ser evidente, especialmente en un contexto donde los precios fluctúan de manera desconcertante y el poder adquisitivo se enfría.
Esta situación preocupa a los candidatos en la provincia de Buenos Aires, que saben que no recibirán apoyo financiero del gobierno nacional para sus campañas. En cambio, se enfrentan a un peronismo renovador que siempre tiene la billetera lista para ganar elecciones.
Se estima que los operativos de Pareja han inyectado alrededor de tres millones de dólares en el conurbano bonaerense, una cifra que incluye ventas de candidaturas que ahora parecen estar bajo el escrutinio público. “La verdadera inversión vino del massismo. Sergio ha creado un anti-Cambiemos con un nuevo público, pero eso ya no está presente”, explica un intendente que ha estado al tanto de los movimientos políticos.
Las listas de candidatos en el Gran Buenos Aires, cuidadosamente elaboradas y aprobadas por la cúpula del partido, han dejado poco espacio para la participación local. Los aliados del PRO y los libertarios decepcionados buscan ahora nuevas opciones en las listas seccionales, enviando un mensaje claro de descontento.
“Si Karina se queda sola en la toma de decisiones, quedará expuesta. La presionarán para que hable y explique, y eso no es lo suyo. Su única salida será enviar un mensaje por X para mantener a todos alineados; de lo contrario, serán expulsados”, concluye la misma fuente que inició esta reflexión.
Así, en un ambiente de incertidumbre y tensión, el futuro del mileísmo y su liderazgo se vislumbran cada vez más complicados, mientras Karina Milei intenta mantener el control en un escenario político en constante cambio.
