

Cañadón Seco demostró una vez más que su corazón late al ritmo de sus niños. La Comisión de Fomento, a cargo del secretario general Ing. Carlos Lisoni, con una iniciativa llena de amor, transformó el Mes de las Infancias en un festejo inolvidable que llegó a cada rincón de la localidad.
El pasado sábado 23, la magia comenzó con un gesto simple, pero poderoso: la entrega, casa por casa, de 180 regalos. No fue solo un obsequio; fue la confirmación de que cada niño y niña es valioso, es una parte fundamental de la comunidad. “Ver sus sonrisas hoy es la mejor recompensa al enorme esfuerzo de organizar todo”, confiaron desde la Comuna sobre esta jornada, resumiendo el sentir de un pueblo volcado en sus más pequeños.
Pero la celebración no terminó ahí. Este domingo, 24 de agosto, el pueblo entero se convirtió en un gran parque de diversiones, un escenario de risas y juegos compartidos. Los chicos pudieron saltar en inflables y camas elásticas, desafiarse en el metegol y posar con sus personajes favoritos, que cobraron vida para la ocasión.

La jornada también fue un espacio para dejar volar la imaginación. El personal de la Biblioteca Popular armó un rincón donde los niños se concentraron en pintar a sus personajes preferidos, mientras que el área de Desarrollo Social preparó una zona llena de creatividad. Los profesores de Cultura y Deportes se sumaron a la fiesta con juegos pensados para todos, y para recargar energías, una barra libre de jugos y frutas estuvo disponible en todo momento.
Incluso los Bomberos del Cuartel División 18° de Cañadón Seco se unieron a la celebración, exponiendo sus elementos de trabajo y donde los pequeños aprovecharon a sacarse fotos y así crear recuerdos sobre la celebración. Esta iniciativa reafirma una vez más el trabajo en conjunto y el esfuerzo colectivo entre todas las instituciones. Porque en Cañadón Seco, los festejos no son solo un día de diversión, son un recordatorio de que la felicidad de los niños es la alegría de todo un pueblo.