La Escuela de la Policía Federal Argentina (PFA) —la institución encargada de la formación de los oficiales de la fuerza— no es sólo un centro de instrucción: sus nombres y símbolos han sido también un reflejo de los debates políticos e históricos del país. En las últimas semanas la ministra de Seguridad Patricia Bullrich anunció que la escuela recuperará el nombre de su fundador, “Coronel Ramón Falcón”, decisión que reaviva discusiones sobre memoria, legitimidad institucional y la valoración de figuras controvertidas de la historia argentina. A continuación se ofrece una cronología y contexto histórico para entender cómo llegó la institución hasta aquí.
Orígenes de la escuela y de la Policía Federal
• La Policía Federal Argentina tiene sus raíces en la Policía de la Capital, creada para garantizar el orden en la ciudad de Buenos Aires tras la consolidación del Estado nacional a fines del siglo XIX. Con el tiempo esa fuerza se transformó y profesionalizó hasta constituirse, en lo que hoy conocemos, como la PFA.
• La Escuela de la Policía surgió como el espacio formal de formación de suboficiales y oficiales: técnicas policiales, legislación, procedimientos y adiestramiento práctico destinados a crear cuadros para la fuerza nacional urbana.
Ramón Falcón: su carrera y su controvertida posteridad
• Ramón Lorenzo Falcón (1855–1909) fue un militar y policía que llegó a ser jefe de la Policía de la Capital y, luego, de la Policía Federal a comienzos del siglo XX. Se le reconoce como impulsor de la organización y el fortalecimiento institucional de la policía de la capital.
• Falcón también participó en campañas militares contra pueblos indígenas en la llamada “Conquista del Desierto”, episodio histórico que implicó la ocupación de territorios indígenas y violencias contra comunidades originarias. Además, su gestión como policía se asocia con operativos de control social y represión del movimiento obrero en una época de fuertes conflictos sociales.
• Por estas razones su figura es polémica: mientras algunos destacan su rol en la profesionalización policial, otros subrayan su vínculo con medidas represivas y políticas de exclusión.
El atentado de 1909 y Simón Radowitzky
• En 1909 Falcón fue asesinado en Buenos Aires por Simón Radowitzky, un joven anarquista de origen ucraniano. Radowitzky lanzó una bomba contra el coche de Falcón; el suceso tuvo una gran repercusión pública y policial en la Argentina de entonces.
• Radowitzky fue detenido y condenado; con el correr de los años su figura ha sido interpretada de maneras contrapuestas: para sectores del anarquismo y parte del movimiento obrero, actuó como un represor del orden establecido; para otros, fue un criminal.
Cambio de nombre en 2011: Juan Ángel Pirker
• En 2011 la ministra de Seguridad Nilda Garré promovió un cambio simbólico en el nombre de la Escuela: dejó de llamarse “Coronel Ramón Falcón” y pasó a llevar el nombre de Juan Ángel Pirker.
• Juan Ángel Pirker fue jefe de la Policía Federal en la etapa final del gobierno de Raúl Alfonsín (década de 1980) y su figura se asoció con la transformación y profesionalización de la fuerza tras la última dictadura. El renombramiento respondió a una decisión política orientada a resignificar la memoria institucional, destacando la vuelta a prácticas democráticas y la ruptura con nombres vinculados a represión.
Recién anuncio de la ministra Patricia Bullrich
• La ministra Bullrich anunció la recuperación del nombre “Coronel Ramón Falcón” para la Escuela, argumentando que se trata de “devolver la verdad” y de valorar a quienes fundaron la institución. Su anuncio generó reacciones encontradas: para algunos representa una recuperación de la tradición institucional, para otros, una reivindicación de una figura asociada a la represión y la colonización de territorios indígenas.
• Estas decisiones muestran cómo la denominación de instituciones públicas funciona como un campo de disputa simbólica: elegir un nombre es afirmar una interpretación del pasado y un modelo de autoridad para el presente.
Significado y debates sobre los nombres institucionales
• Nombrar escuelas, calles o edificios no es neutral: implica elegir qué aspectos de la historia se destacan y cuáles se ocultan. En el caso de la Escuela de la PFA, el nombre remite a cuestiones sensibles: memoria de las víctimas de la represión estatal, memoria indígena, y la propia identidad y legitimidad de una fuerza de seguridad.
• Las discusiones suelen conjugar argumentos sobre tradición institucional, profesionalización policial, reparación histórica y derechos humanos. Diferentes sectores políticos, organizaciones de derechos humanos e instituciones académicas suelen intervenir en estas disputas.
La historia de la Escuela de la Policía Federal atraviesa la historia política argentina: su origen en la conformación estatal de fines del siglo XIX, la figura polémica de Ramón Falcón, la relectura democrática representada por el cambio de 2011 hacia Juan Ángel Pirker, y la más reciente reversión impulsada por la actual ministra. Más allá del nombre que finalmente quede, la controversia subraya la necesidad de debates públicos informados sobre la memoria histórica, las responsabilidades del Estado en materia de derechos humanos y los valores que deben guiar la formación de las fuerzas de seguridad.