La ministra de Medio Ambiente de Chile, Maisa Rojas, anunció que el país impulsará la necesidad de alinear a las instituciones financieras internacionales para enfrentar la emergencia climática, durante la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP29), que se celebra en Bakú. Esta iniciativa busca garantizar que actores globales, desde el Fondo Monetario Internacional hasta bancos locales, trabajen en conjunto para financiar soluciones efectivas ante desafíos urgentes como el aumento récord de temperaturas y fenómenos socionaturales devastadores.

Chile aboga por la creación de un fondo común multimillonario para mitigar emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), subrayando la importancia de un enfoque inclusivo que considere la transición justa, los derechos humanos y la perspectiva de género. Rojas destacó que avanzar hacia economías de bajas emisiones requiere no solo voluntad política, sino también una sólida cooperación financiera global.

Entre las actividades clave de la ministra en la COP29, se encuentran su participación en el High Ambition Coalition Leaders, reuniones bilaterales con líderes internacionales como Jennifer Morgan de Alemania, y la presidencia del Club del Clima. Además, liderará el lanzamiento del Programa de Cooperación Regional para el Cierre de Vertederos, una iniciativa respaldada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Coalición Clima y Aire Limpio (CCAC). Este programa busca transformar la gestión de residuos en América Latina, reduciendo significativamente las emisiones de metano para 2030 y 2050, y promoviendo la economía circular.

Reflexión: Relaciones de Chile y Argentina en un contexto global

El liderazgo chileno en temas climáticos invita a reflexionar sobre las relaciones entre Chile y Argentina, dos países sudamericanos con historias entrelazadas y desafíos compartidos. Ambos enfrentan el impacto del cambio climático, desde la escasez hídrica en los Andes hasta la gestión de residuos en grandes urbes. Este contexto ofrece una oportunidad para que las dos naciones fortalezcan su colaboración en foros internacionales como la COP29, donde podrían alinear sus estrategias y maximizar sus recursos en beneficio mutuo.

La relación entre Chile y Argentina ha sido diversa, oscilando entre períodos de rivalidad histórica y momentos de cooperación estratégica. En el ámbito ambiental, una mayor integración permitiría avanzar en proyectos conjuntos que trasciendan fronteras, como la gestión sostenible de recursos hídricos, la conservación de la Patagonia compartida o el impulso a las energías renovables.

Es imperativo que ambas naciones reconozcan que la lucha contra el cambio climático no solo es una responsabilidad global, sino también una oportunidad para construir un futuro más resiliente y próspero para sus ciudadanos. Trabajar unidos no solo fortalecerá su posición en la agenda climática internacional, sino que también sentará las bases para un desarrollo regional sostenible y equitativo.

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