El anuncio de Alexandre Bompard, Director General de Carrefour, de que no vendería en sus supermercados franceses la carne del Mercosur puede tener importantes consecuencias para el grupo, que tiene en Brasil su mayor mercado fuera de Europa. Hace dos años, al celebrar la compra de su competidor BIG y casi duplicar su presencia en el país, Bompard afirmó que “el futuro del grupo se escribirá en gran parte en Brasil y América Latina.

Alexandre Bompard,CEO de Carrefour.
Alexandre Bompard,CEO de Carrefour.  AFP/Eric Piermont

La elección estratégica de apostar por el país emergente se produjo en un momento en que el modelo de hipermercado estaba en crisis en Francia. “Brasil está, más que nunca, en el corazón del grupo”, dijo el CEO en junio de 2022. La adquisición de BIG a Walmart llevó a Carrefour a convertirse en el mayor empleador privado de Brasil, con 130.000 empleados.

“A nivel mundial, Brasil es extremadamente importante para Carrefour, especialmente en un momento en que se enfrenta a cuestiones sobre el modelo de hipermercado en el mercado francés, que funciona bien en Brasil. El país es un elemento esencial para el desarrollo de la empresa, tanto más cuanto que el grupo ha perdido mercados en el extranjero en los últimos años”, afirma el investigador Jean-François Notebaert, profesor de gestión en la Escuela de Negocios de la Universidad de Borgoña. “Creo que Bompard quería reconfortar a los agricultores franceses, pero no tenía una visión internacional del grupo”, afirma.

“En solidaridad con la comunidad agrícola, Carrefour se ha comprometido a no vender carne procedente del Mercosur. Este es el sentido de mi mensaje a los presidentes de los sindicatos agrícolas”, fueron las controvertidas declaraciones del CEO de Carrefour.

Las operaciones en Brasil representan una quinta parte de la facturación total del grupo francés, según el balance del tercer trimestre. Marcos Gouvêa, uno de los mayores expertos del país en la materia, coincide en que al ejecutivo francés le faltó visión.

“En este proceso que estamos viviendo, de desglobalización del comercio físico, con el crecimiento del comercio digital y la metaglobalización del comercio digital, la representatividad del mercado brasileño merece, como mínimo, mucha más reflexión antes del tipo de declaración que se hizo”, comenta Gouvêa. “Es fácil ver quién está ganando: los competidores de Carrefour””.

Brasil es el mayor productor mundial de carne y también abastece a las unidades de la cadena francesa en otros países del mundo. Con sus comentarios, Bompard acabó atrapado en su propia trampa.

“Su comunicado también causa problemas en el sentido de que Bompard considera que esta carne no cumple las normas del mercado francés, pero ¿qué pasa con los demás países europeos en los que Carrefour está implantado, como Portugal, España, Italia o Polonia? ¿Va a seguir vendiendo esta carne que considera que no cumple las normas francesas?”, se pregunta Jean-François Notebaert.

Francia apenas compra carne brasileña

En los últimos años, el mercado europeo ha perdido relevancia para las ventas de carne brasileña, en detrimento del mercado chino. La Unión Europea compra menos del 4% del volumen exportado, y Francia representa un insignificante 0,66% del total vendido a la UE.

El bloque europeo sigue siendo una potencia exportadora de proteínas animales, y no al revés. En carne de vacuno, aún más: el 85% de lo que se consume en Francia procede del propio bloque.

En otras palabras, las declaraciones de Bompard buscaban consolar a un mercado nacional que prácticamente ya no consume carne brasileña. El director general parece haber olvidado este contexto cuando prometió no vender carne de los países del Mercosur -Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay- en los supermercados de Francia, incluso si el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el bloque sudamericano se ratifica y abarata el coste de estos productos. Posteriormente, otra gran cadena de distribución francesa, Intermarché -que no opera en Brasil- también asumió el mismo compromiso.

La postura de Bompard enfureció a productores, frigoríficos, consumidores e incluso al gobierno brasileño, en un raro intento de unir al sector. El ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, afirmó que Brasilia “no aceptará” que se cuestione la calidad de la carne brasileña. El presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, añadió que espera “una respuesta clara” del Congreso, de los empresarios y de la población brasileña al “proteccionismo exagerado de Francia”.

Marcos Gouvêa, director general de Gouvêa Ecosystem, especializada en comercio minorista, consumo y distribución, señala que algunas de las principales cadenas que operan en Brasil son francesas, en diversos segmentos, una asociación que se ha reforzado desde la década de 1990. “La presencia del comercio minorista francés en Brasil es mucho mayor que en cualquier otro país, incluido Estados Unidos. De alguna manera, de forma miope, todo esto se ha ignorado y se ha centrado exclusivamente en una cuestión de llevarse bien con el productor francés”, observa el analista y consultor. “No diría que socava la confianza en esta asociación, pero crea conciencia de que este juego de protección va más allá de lo que se percibía en el día a día. Si hay una virtud, por parte brasileña, es que ha sensibilizado sobre la realidad de este juego, que implica protecciones de mercado, acuerdos políticos e incluso apoyo gubernamental”, afirma.

Desde la semana pasada, videos en las redes sociales han llamado a los clientes a boicotear las tiendas del grupo, en un movimiento que cobró fuerza y llevó a que los principales frigoríficos, como JBS y Marfrig, se unieran a él, suspendiendo las entregas a unas 150 tiendas de la cadena francesa. Tras negar que hubiera escasez de carne y subrayar que los comentarios del director general mundial se referían únicamente al mercado francés, el grupo Carrefour Brasil reconoció que el boicot “afecta a los clientes”. El martes, Alexandre Bompart envió una disculpa al ministro Fávaro (ver más abajo).

Incoherencias en las estanterías

Pero para el profesor Jean-François Notebaert, el episodio pone de manifiesto las incoherencias de la cadena francesa en materia medioambiental, una paradoja que contribuye a minar la imagen de los hipermercados en Francia ante los consumidores locales. Unos días antes de decir que quería apoyar a los ganaderos rechazando la carne procedente de Mercosur, el Carrefour francés vendía cordero importado de Nueva Zelanda a 10 euros el kilo.

“Es difícil entender la lógica. Con este caso, nos damos cuenta de lo difícil que es para los minoristas mantener una posición coherente. En un mismo lineal, encontramos muchas ambigüedades. Después de todo, ¿qué modelo apoyan los grandes grupos de distribución? Si se trata de producción intensiva, los rebaños franceses se alimentan en gran parte con soja brasileña, responsable de la deforestación del Amazonas”, explica el investigador. “Entonces, ¿hasta dónde va a llegar para defender una agricultura de calidad? ¿O va a defender también aquí una agricultura extensiva y más sostenible? Los minoristas no saben cómo posicionarse ante estos retos impuestos al sector agrícola y las orientaciones que quieren tomar en Francia”.

Comunicado de Carrefour

El grupo Carrefour lamentó este martes que se cuestione su asociación con la agricultura brasileña, después que su dirigente Alexandre Bompard anunciara que no venderían carne del Mercosur en sus supermercados en Francia, provocando llamados al boicot en Brasil.

“Lamentamos que nuestra comunicación se haya percibido como un cuestionamiento de nuestra asociación con la agricultura brasileña y una crítica a la misma”, afirmó el distribuidor francés en un comunicado publicado en su sitio web.

La “declaración de apoyo al mundo agrícola francés, formulada el miércoles pasado respecto al acuerdo de libre comercio [de la Unión Europea] con el Mercosur, provocó desacuerdos en Brasil que corresponde apaciguar”, agrega el comunicado.

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