El Tribunal Superior de Justicia de Santa Cruz informó oficialmente sobre los cambios en la composición de la estructura de autoridades; pero más allá del escueto texto del Acuerdo Nº 3692; que define una especia de “enroque” de funcionarios, toda la “gran familia judicial santacruceña” apenas si recibió la medida con algún tipo de expectativa.
Obviamente, estos cargos “vitalicios” a los que acceden desde hace más de 30 años quienes fueron elegidos por el poder político hegemónico y monolítico que ejerció el kirchnerismo apenas si se toman el trabajo de cumplir con la burocracia judicial días antes de tomarse unas vacaciones; en definitiva, lo que hicieron durante todo el año.
De este modo, el Acuerdo N°3692, determinó en las últimas horas los nombres de quienes ocuparan las presidencias de cada estamento del Poder judicial provincial.
Según se confirmó se determinó que Daniel Mauricio Mariani será quien ejerza, a partir del 1 de enero del 2025, el cargo de presidente del TSJ junto con la integración del Alto Cuerpo compuesto por Alicia de los Ángeles Mercau, Paula Ludueña, Reneé Fernández y Fernando Basanta. Precisamente, es por casos como el de Basanta, un verdadero “okupa” del cargo, que llegó pesa estar inhabilitado desde todo punto de vista y salteando incluso normas de la Constitución provincial, es que todo el accionar del TSJ puede calificarse como una desvergüenza; a la vez que podría considerase una confirmación de los “no principios” del máximo organismo judicial de la provincia, que siempre actuó como “encubridor” de los desvaríos políticos y judiciales de las últimas tres décadas en Santa Cruz.

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