17/12/2024 – Reflexión sobre el acuerdo comercial UE-Mercosur
Por: Mag. Karin Silvina Hiebaum

El anunciado acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur promete convertirse en un hito en las relaciones internacionales, planteando desafíos y oportunidades en un contexto global cada vez más polarizado. Tras más de dos décadas de negociaciones, el pacto, que busca reducir barreras arancelarias y fomentar la cooperación económica, política y ambiental, pone sobre la mesa dilemas estratégicos tanto para Europa como para los países sudamericanos.

Un Contexto Geopolítico de Inestabilidad

La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha defendido el acuerdo como una respuesta estratégica a los desafíos del multilateralismo en un mundo fracturado por conflictos como la invasión rusa a Ucrania y las tensiones en Oriente Medio. Pero más allá de las declaraciones diplomáticas, el acuerdo emerge también como una necesidad política y económica frente al ascenso de nuevas potencias como China y los movimientos proteccionistas liderados por Estados Unidos.

En un momento en que Donald Trump amenaza con nuevos aranceles que recuerdan a las políticas de los años 30, Europa enfrenta el reto de consolidar su autonomía estratégica. Mercosur, con su riqueza en minerales críticos y su potencial como proveedor alternativo de energía y alimentos, se presenta como un socio clave para reducir la dependencia europea de mercados inestables como el chino o el estadounidense.

Beneficios Mutuos y Dudas Persistentes

El comercio entre la UE y Mercosur, que actualmente asciende a 150.000 millones de dólares anuales, podría crecer un 37% con la implementación del acuerdo, según el Real Instituto Elcano. La reducción del 90% de las barreras arancelarias en un plazo de 12 años es vista como una oportunidad histórica para revitalizar las economías de ambas regiones. Sin embargo, el tratado también enfrenta críticas importantes:

  1. Desafíos Ambientales y Sociales:
    El acuerdo incluye compromisos en políticas verdes y digitales, pero organizaciones agrícolas europeas temen que los productos de Mercosur, producidos bajo regulaciones ambientales y laborales más laxas, generen competencia desleal.
  2. Impacto en el Sector Agrícola:
    Sectores como el agrícola y ganadero en Europa, particularmente en España y Francia, han expresado su preocupación por la posibilidad de que productos importados no cumplan con los estrictos estándares europeos en seguridad alimentaria y sostenibilidad.
  3. Debilidades Institucionales en Mercosur:
    Problemas como la volatilidad de las monedas locales, la limitada colaboración público-privada y la falta de seguridad jurídica en algunos países de Mercosur podrían obstaculizar la plena implementación del acuerdo.

¿Quién Gana y Quién Pierde?

El acuerdo no afecta a todos por igual. Mientras que los sectores industriales europeos podrían beneficiarse del acceso a nuevos mercados y materias primas, las comunidades agrícolas, especialmente las más pequeñas, temen ser desplazadas. Asimismo, los países de Mercosur enfrentan el desafío de equilibrar el acceso al mercado europeo con el fortalecimiento de sus economías locales y la protección de sus recursos naturales.

En este escenario, se plantea una pregunta clave: ¿puede este acuerdo cerrar las brechas históricas entre dos regiones o terminará ampliándolas? Si bien la UE se posiciona como un defensor del multilateralismo, el éxito del pacto dependerá de su capacidad para garantizar un comercio justo y sostenible.

Un Examen de Liderazgo

El acuerdo UE-Mercosur no es solo un tratado comercial; es un test de la capacidad de ambas regiones para trabajar juntas frente a un mundo incierto. Para Europa, representa una oportunidad de reforzar su papel como actor global relevante. Para Mercosur, podría ser el impulso necesario para modernizar sus economías y diversificar sus relaciones internacionales.

Sin embargo, este pacto también simboliza los riesgos del multilateralismo en un mundo desigual. ¿Serán capaces las partes de superar las barreras políticas, económicas y sociales para construir una verdadera alianza estratégica? Las cartas están sobre la mesa, pero el desenlace dependerá de las decisiones y concesiones de los próximos años.

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