Karina Milei, secretaria General de Presidencia y hermana del presidente Javier Milei, se encuentra en una encrucijada política a medida que se acercan las próximas elecciones. A pesar de su cercanía con el presidente y su rol clave en La Libertad Avanza (LLA), las encuestas indican que su aceptación pública es baja, lo que genera dudas sobre la viabilidad de su candidatura.

Desempeño y Aceptación Pública

Las encuestas recientes revelan que Karina Milei enfrenta una imagen negativa considerable. Según un estudio de la Universidad de San Andrés, ocupa el primer lugar en cuanto a valoración “muy mala” entre los funcionarios del gabinete, con un 35% de desaprobación y un diferencial negativo de -15. En la Ciudad de Buenos Aires, su intención de voto no supera el 15%, colocándola por detrás de otros candidatos como Manuel Adorni, quien alcanza el 22%, y muy lejos de los 50 puntos de imagen positiva de su hermano.

A pesar de sus esfuerzos por fortalecer la estructura de LLA y promover actos partidarios, su exposición pública ha sido limitada. Un evento reciente en Mar del Plata atrajo solo a 300 asistentes, todos registrados previamente, lo que subraya su dificultad para conectar con un electorado más amplio.

Estrategia y Rol en La Libertad Avanza

Dentro de LLA, se reconoce que la candidatura de Karina no es esencial desde un punto de vista electoral. Sin embargo, su nombre podría ser utilizado estratégicamente para bloquear otras candidaturas o mantener la relevancia del movimiento. Algunos operadores libertarios han especulado con la posibilidad de que Karina compita en la provincia de Buenos Aires contra figuras como Cristina Kirchner, lo que podría tener un impacto simbólico significativo.

A pesar de estas aspiraciones, los datos actuales no respaldan esta estrategia. Karina no ha logrado retener un porcentaje significativo del electorado que apoya a su hermano, lo que plantea dudas sobre su capacidad para competir en una elección de alto perfil.

Tensiones Internas y Desafíos

Un factor complicante para su candidatura es su rol dentro del gobierno. Su vínculo con Javier Milei y su responsabilidad como secretaria General de Presidencia la convierten en una figura clave en la estructura de poder del LLA. La posibilidad de que Karina asuma una candidatura podría desestabilizar el equilibrio interno del movimiento, lo que añade una capa de complejidad a su situación.

Además, la historia reciente del espacio ha estado marcada por problemas de cohesión y fugas de dirigentes, lo que agrava los desafíos que enfrenta Karina. En 2023, se produjeron divisiones en las listas del espacio, siendo el caso de Carlos Kikuchi, un ex aliado de Karina, un ejemplo emblemático de esta falta de unidad.

Conclusiones

La posibilidad de que Karina Milei se postule como candidata parece responder más a una necesidad de orden interno y fortalecimiento simbólico dentro de La Libertad Avanza que a una demanda electoral real. A pesar de sus avances en el ámbito político y su capacidad estratégica, su imagen pública desfavorable y su rol dentro del gobierno sugieren que su candidatura podría no ser la mejor opción para el movimiento en términos de proyección electoral.

El futuro de Karina en la arena política dependerá de cómo LLA decida manejar su figura y si opta por priorizar candidatos con mayor aceptación en las urnas. En última instancia, el tiempo y los acontecimientos políticos determinarán si su nombre se convierte en una opción viable o si el movimiento buscará alternativas más fuertes para enfrentar los desafíos electorales venideros.

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