![](https://masprensa.com/wp-content/uploads/2025/02/puente.jpg)
Con la firme convicción de que la solidaridad es el camino para salir adelante y que la inclusión es la base para construir una sociedad más justa e igualitaria, llevamos adelante una nueva iniciativa que garantiza el acceso a los bienes culturales y naturales de nuestra provincia a aquellos sectores más relegados.
Desde el Sindicato de Petróleos y Gas Privado de la República Argentina (SIPGER) y la Agrupación Petrolera Santacruceña, organizamos una jornada solidaria en la pingüinera y el Faro de Cabo Vírgenes, un sitio emblemático de nuestro extremo continental.
El acceso a los espacios naturales y culturales es un derecho de todos, no un privilegio. Y en esta tarea, cada uno de nosotros tiene un rol que cumplir, la oportunidad de sumar en algo. Más de 70 personas, entre niños, niñas y familias del Merendero Corazones Felices y vecinos del Barrio San Benito de Río Gallegos, participaron de esta experiencia. Para la mayoría, fue la primera vez que pisaron estos paisajes, a pesar de vivir a pocos kilómetros de distancia. Realmente fue una experiencia única.
La emoción en sus rostros lo dijo todo: risas frente al vaivén de los pingüinos, miradas asombradas hacia el faro que desafía al Atlántico, abrazos compartidos bajo el cielo infinito de Santa Cruz y la alegría de pasar un momento único, que quedará guardado en la memoria de todos los que fueron parte.
Cada imagen de esta jornada es testimonio de que, cuando las instituciones asumen su rol social, se siembran semillas de dignidad y pertenencia. Espero otras organizaciones gremiales y sociales se sumen y aporten su granito de arena para alcanzar juntos la Santa Cruz con la que todos soñamos.
Quiero expresar mi más profundo agradecimiento al Concejo Agrario Provincial, en especial a su presidente, Adrián Suárez, con quien ya acordamos reunirnos próximamente para seguir fortaleciendo estas acciones. Gracias por facilitar el acceso a la reserva y por el acompañamiento comprometido de su equipo.
Nuestro reconocimiento también a la Prefectura Naval Argentina, por su apoyo logístico y la disposición de sus instalaciones, que nos permitieron compartir un almuerzo y una merienda en comunidad. Y a la Armada Argentina, que abrió las puertas del faro y su museo, resignificando estos espacios como bienes públicos al servicio de la comunidad.
Esta iniciativa no es un hecho aislado, sino parte de un proyecto que entiende el turismo social como una herramienta de inclusión y justicia. Recorrer nuestro territorio, conocer nuestra historia y su biodiversidad no debe ser un privilegio de unos pocos, sino un derecho de todos.
En 15 días volveremos a salir. Llevaremos más vecinos, más sonrisas, más sueños. Porque cada paso que damos en estos paisajes es un paso hacia una provincia más justa, más integrada, más nuestra.