Con las elecciones de medio término a la vista, el escenario político en Mendoza se agita con la figura de Luis Petri, actual ministro de Defensa y un destacado referente de La Libertad Avanza. Las encuestas lo posicionan favorablemente entre los mendocinos, lo que ha comenzado a generar inquietud tanto en la Casa de Gobierno como en el seno del radicalismo. La posibilidad de que Petri dispute el sillón de San Martín en 2027, en un contexto donde Alfredo Cornejo busca consolidar su poder, se convierte en un tema candente.

Petri se encuentra en una encrucijada: ¿debería lanzarse como candidato en las próximas legislativas o permanecer en su actual cargo, que le otorga visibilidad y poder dentro del gabinete de Javier Milei? La decisión no es sencilla. Si opta por la candidatura legislativa, podría dedicar más tiempo a recorrer la provincia y construir una base sólida para su eventual postulación a gobernador. Sin embargo, esta elección también conlleva el riesgo de perder la influencia que le proporciona su posición ministerial.

En el caso de que Petri decida quedarse en el ministerio, podría continuar incrementando su exposición pública, pero también se enfrenta a la incertidumbre de un posible cambio en la administración de Milei. La dinámica política del nuevo gobierno, con Javier y Karina Milei a la cabeza, es impredecible, y Petri debe mantener buenas relaciones con los hermanos Milei y Santiago Caputo, quienes tienen un papel crucial en la toma de decisiones dentro del gabinete.

Otro aspecto relevante en esta coyuntura es el futuro de su espacio político local, Mendocinos por el Futuro. Petri es consciente de que su mejor apuesta podría estar alineada con La Libertad Avanza, lo que lo llevaría a fortalecer su candidatura a gobernador. Sin embargo, sus colaboradores locales ya están trabajando en la estrategia electoral para las legislativas de este año, lo que añade otra capa de complejidad a su situación.

La posibilidad de que se suspendan las PASO también plantea un dilema significativo. Si se concretara esta suspensión, Petri tendría que decidir entre continuar con el radicalismo o alinearse completamente con La Libertad Avanza. Optar por el radicalismo significaría enfrentarse a una interna cerrada contra el cornejismo, un escenario que podría resultar complicado dadas las tensiones existentes. Por otro lado, si se decide por La Libertad Avanza, podría sumar toda su estructura al proyecto de Milei, lo que lo posicionaría directamente en una confrontación con Cornejo, un enfrentamiento que promete ser electrizante y que podría reconfigurar el panorama político de Mendoza.

En definitiva, la situación de Luis Petri es un reflejo de la complejidad y la volatilidad del actual clima político argentino. Las decisiones que tome en los próximos meses no solo definirán su futuro personal, sino que también tendrán un impacto significativo en la dinámica política de Mendoza y en el futuro de La Libertad Avanza. Todo parece indicar que, en este juego político, cada movimiento cuenta, y la ambición por el poder puede llevar a los actores a tomar decisiones audaces y arriesgadas.

Deja un comentario