
En la era digital, la tecnología se ha convertido en un tema central en los debates sobre libertad y control. El presidente argentino Javier Milei ha expresado su firme creencia de que “la tecnología es aliada de la libertad”. Esta afirmación resuena con muchos de los llamados “tecnolibertarios”, quienes ven en la innovación tecnológica la clave para liberar a las sociedades de las cadenas del autoritarismo y la opresión. Sin embargo, es crucial reflexionar sobre esta perspectiva y reconocer que la tecnología no es inherentemente buena ni mala; su impacto depende de cómo se utilice.
Por un lado, es innegable que la tecnología ha democratizado el acceso a la información, ha facilitado la comunicación y ha empoderado a individuos y comunidades. Plataformas digitales, redes sociales y herramientas de colaboración han permitido que voces que antes estaban silenciadas sean escuchadas. En este sentido, la tecnología puede ser vista como un motor de libertad, brindando a las personas la capacidad de organizarse, movilizarse y exigir sus derechos.
No obstante, esta misma tecnología también puede ser utilizada por tiranos y manipuladores. Desde la vigilancia masiva hasta la propagación de desinformación, los avances tecnológicos han dado a los regímenes autoritarios nuevas herramientas para controlar a la población. Las redes sociales, que en un principio parecían ser un espacio de libertad de expresión, se han convertido en campos de batalla donde la manipulación de la opinión pública y la difusión de noticias falsas son moneda corriente. Así, la tecnolatría, la creencia ciega en el poder de la tecnología, puede llevar a una peligrosa complacencia que ignora sus potenciales abusos.
Este dilema se vuelve aún más complejo en el contexto de la política argentina y la figura de Milei. Su fuerte alineación con Estados Unidos y su confianza en las políticas económicas de ese país han suscitado críticas. Muchos lo perciben como una marioneta, lo que podría comprometer su autonomía y su capacidad para tomar decisiones que realmente beneficien a Argentina. La dependencia de modelos económicos importados, sin considerar las particularidades locales, puede llevar a soluciones que no abordan los problemas estructurales del país.
Además, el hecho de que las decisiones económicas sean tomadas principalmente por economistas, en lugar de ser guiadas por administradores de empresas con una visión más práctica y holística, plantea un gran desafío. Los economistas pueden ofrecer análisis teóricos valiosos, pero la experiencia en la gestión empresarial es fundamental para implementar políticas efectivas que fomenten la inversión y el crecimiento sostenible. La falta de una visión integral puede resultar en decisiones que no solo son ineficaces, sino que también pueden agravar la situación económica.
La reflexión sobre el papel de la tecnología y la política nos lleva a la conclusión de que, si bien la tecnología tiene el potencial de ser una aliada de la libertad, también puede convertirse en un arma de doble filo. La clave está en cómo la utilizamos y en qué manos se encuentra. Asimismo, es vital que los líderes políticos, como Milei, consideren la importancia de una gobernanza autónoma y de un enfoque multidisciplinario que combine la economía con la administración práctica. Solo así podrán abordar los desafíos complejos que enfrentan sus países de manera efectiva y sostenible.
En última instancia, la libertad no se trata solo de tener acceso a la tecnología, sino de garantizar que esta se utilice para empoderar a las personas y no para controlarlas. Es un equilibrio delicado que requiere una reflexión continua y una vigilancia constante.


