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La economía del Golfo San Jorge enfrenta en el corto plazo la migración de capital hacia la Cuenca Neuquina. En el largo plazo la transición energética desafía su inserción en las cadenas globales de valor. Como hemos consignado antes, esto explica la evidente contracción que atraviesa. Conceptualmente al menos, obliga a poner foco en otros recursos potencialmente objeto de explotación económica.
Independientemente de la alternativa, se trata generalmente de recursos naturales que podrían contribuir a la satisfacción de demandas de energía y alimentos. Su magnitud resulta de la presión demográfica y la reconfiguración geopolítica en curso. Articularlos en propuestas concretas de valor exige de mínima capital, tiempo, y visión. Su cultivo requiere de superar restricciones que son propias de procesos de mercado tanto como de índole política.
En principio se trata de mercados en ciernes. Esto es, podemos identificar demandas potenciales de alimentos y energía. Pero hay que concebir y desarrollar los satisfactores rentables. Esto es lo que requiere capital para proyectos de riesgo en lo inmediato contra la promesa de ser rentables solo en el tiempo. Financiamiento de largo plazo e inversiones directas asocian establidad y confianza. Ambas se construyen en el tiempo.
El sistema político regional por razones históricas antes que por alguna conspiración en particular, está explicitamente orientado a la exacción de rentas estatales antes que a la promoción de iniciativas competitivas. Basta con repasar los recursos que el estado sustrae de familias y empresas de manera obscena para financiar compras públicas con sobreprecios y prestar servicios públicos con sobrecostos trasladados al usuario. Se trata de recursos que se sustraen del consumo privado y de actividades productivas sin el más mínimo control social.
Los remedios que resuelven este panorama son varios, exigen conjugarse de manera sostenida y no pueden prescindir de consideraciones éticas en torno a la toma de decisiones. Particulamente las públicas. Mencionaremos en esta oportunidad la cuestión de la formación de administradores profesionales. Su importancia suele contrastar con su visibilidad. Administradores competentes son necesariamente agentes de cambio. Como tales deben concebirse explícitamente al diseñar e impartri su formación.
Mientras la región enfrenta determinantes desafíos sobre su patrón de desarrollo, la universidad local aprueba creación de una carrera de psicología. Sin perjuicio de la disciplina o sus aportes, el asunto atestigua la enorme distancia entre la misión fundacional de nuestra universidad y su agenda actual. No obstante, aun cuando el liderazgo académico no oriente a la institución hacia las principales tendencias de los procesos económicos y sociales en curso, se trata del repositorio más importante de talento en la región.
Los administradores formándose actualmente en la universidad local tomarán responsabilidades en empresas cuya sobrevivencia exigirá la innovación permanente de sus procesos y un dedicado esfuerzo sobre la atención de clientes remisos. Se trata de empresas contrayéndose o buscando redefinir sus propuestas de valor. Podrían crear nuevas empresas o integrarse a corporaciones buscando capitalizar oportunidades que hoy no se aperecen como evidentes. También podrían incorporarse a la ineficiente administración pública, de la que ha desaparecido el mérito y la clientela constituye el criterio excluyente. Cualquiera sea la actividad, la región necesita de agentes de cambio entrenados de manera coherente con los enormes desafíos de la región.
Las habilidades analíticas para definir y resolver problemas, las blandas para liderar procesos de cambio o el desarrollo de nuevos proyectos adoptan formas materiales en el trabajo de cátedra diario. Este debe ser concebido como el entrenador del espíritu crítico, el trabajo en equipos y en general la proactividad en una perspectiva más amplia que la transferencia estática de conocimientos. De estas articulaciones a veces inadvertidas, también depende la generación de alternativas económicas capaces de escalar, generar valor y crear empleo.
[1] Jorge Sánchez es Consultor Asociado en Claves ICSA Master of Business Administration por Broward International University, Diplomado en Políticas Públicas por UNPSJB, Diplomado en Economía Austríaca por ESEADE, en Negocios Internacionales por UNLZ y en Innovación Abierta por UTN. Las imágenes son producciones del artista local Mauro Esains.
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Jorge Sánchez es Consultor Asociado en Claves ICSA Master of Business Administration por Broward International University, Diplomado en Políticas Públicas por UNPSJB, Diplomado en Economía Austríaca por ESEADE y en Negocios Internacionales por UNLZ. Las imágenes son producciones del artista local Mauro Esains.