En una reciente reunión entre el presidente argentino Javier Milei y el expresidente estadounidense Donald Trump, se evidenció la falta de discusión sobre temas críticos como los aranceles al acero y aluminio que afectan a la industria argentina. El canciller Gerardo Werthein, en una entrevista, confirmó que Milei no abordó este tema, que ha generado tensiones significativas en el sector industrial del país.

Durante el encuentro, que duró entre 15 y 20 minutos, Milei felicitó a Trump por sus logros en la reducción de la inflación en Argentina, pero no se atrevió a plantear la problemática de los aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio. Este silencio ha decepcionado a líderes de la industria, como Paolo Rocca, presidente del grupo Techint, quien ha visto cómo su empresa ha tenido que implementar recortes de personal debido a la caída de mercado en EE. UU. Otras compañías, como Acindar, también han comenzado a suspender trabajadores en respuesta a esta situación.

Werthein defendió la postura del presidente al señalar que los detalles comerciales, como los aranceles, no son temas que se discutan directamente entre presidentes, sino que son abordados por los equipos técnicos. Sin embargo, esta afirmación contrasta con experiencias pasadas, como la gestión del ex presidente Mauricio Macri, quien logró que Trump exceptuara a Argentina de los aranceles en su momento.

El canciller también mencionó que Trump invitó a Milei a la Casa Blanca para una reunión oficial y una cena, que se espera se lleve a cabo en los próximos 60 días. A pesar de esta invitación, la falta de un planteo directo sobre los aranceles genera incertidumbre sobre cómo se abordará la situación en futuras negociaciones.

Mientras tanto, la crisis en el sector del acero y aluminio se agudiza. La productora de aluminio Aluar, que solía exportar más del 40% de su producción a Estados Unidos, enfrenta una situación crítica. Su presidente, Javier Madanes Quintanelli, esperaba que Milei defendiera los intereses de las empresas argentinas, como lo hizo Macri, pero la ausencia de un reclamo ha dejado a la industria en un estado de vulnerabilidad.

La falta de acción por parte de Milei en este encuentro con Trump plantea interrogantes sobre la dirección de la política comercial argentina y la capacidad del gobierno para proteger a su industria en un entorno internacional complejo. La situación actual no solo afecta a las empresas, sino que también pone en riesgo la estabilidad económica del país, en un contexto donde la industria es un pilar fundamental para el desarrollo y el empleo.

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