
Viviana Canosa, reconocida por su estilo polémico y su cercanía a figuras políticas, ha vuelto a ser noticia tras romper el silencio sobre su abrupto alejamiento de los medios y su relación con la familia Milei. En una reciente entrevista, la conductora no solo reveló su decepción con Javier Milei, sino que también arremetió contra su hermana, Karina Milei, a quien acusó de ser la responsable de su despido de tres trabajos en menos de un año.
Canosa, quien se describe como la “primera víctima” de lo que ella llama la “guillotina” de Karina, expuso cómo la hermana del presidente orquestó su salida de LN+, El Observador y Rivadavia. “No me fui, con ‘gentileza’ me dijeron que me fuera”, declaró, dejando claro que su despido no fue una decisión voluntaria. La conductora se mostró indignada al recordar cómo, una semana antes del lanzamiento de la segunda temporada en LN+, recibió la noticia de que su programa no continuaría. “Me quedé en la calle”, lamentó.
La acusación de Canosa no se detiene ahí. Asegura que Karina Milei ha utilizado su influencia para “ejecutar” a quienes no están alineados con sus intereses, subrayando que su caso no es aislado. “La guillotina la usaron primero conmigo”, enfatizó, dejando entrever un ambiente de temor y manipulación en el círculo cercano al presidente.
Además, Canosa se refirió a su relación con Javier Milei, afirmando que su confianza en él se ha visto traicionada. “Prefiero no tener un amigo presidente”, declaró, sugiriendo que las promesas del mandatario no se han cumplido y que su decepción es profunda. La conductora, que siempre ha tenido una postura crítica y directa, se siente desilusionada por el rumbo que ha tomado el gobierno, un sentimiento que no oculta.
En cuanto a los rumores que insinuaban que su enemistad con Milei surgió de un “despecho” por su relación con Fátima Florez, Canosa no se contuvo. “¡Qué horror!”, exclamó, desmintiendo tales afirmaciones y defendiendo su amistad con Florez, a quien adora. Su reacción a estos rumores muestra no solo su frustración, sino también la absurdidad de las especulaciones que rodean su figura pública.
La historia de Viviana Canosa es un recordatorio de los juegos de poder que a menudo se dan en el ámbito político y mediático. La conducta de Karina Milei, lejos de ser la de una asistente leal, se presenta como la de una figura manipuladora que utiliza su posición para eliminar a quienes considera una amenaza. En un entorno donde la lealtad y la amistad parecen ser moneda de cambio, la decepción de Canosa resuena como un grito de alerta para aquellos que aún creen en la integridad política.
En resumen, la experiencia de Viviana Canosa con la familia Milei revela un lado oscuro de la política argentina, donde las traiciones y las luchas de poder pueden llevar a la ruina profesional de quienes se atreven a desafiar el status quo. Con su regreso a la televisión, Canosa promete seguir siendo una voz crítica y desafiante, dispuesta a desenmascarar las manipulaciones de aquellos que se creen intocables.
