
En una reciente y tensa entrevista con Ari Lijalad en El Destape, Miguel Boggiano, economista y asesor del presidente Javier Milei, dejó en evidencia la falta de confianza en la gestión económica actual al no garantizar que los fondos provenientes del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se resguarden adecuadamente. Esta declaración ha generado un clima de incertidumbre respecto a la administración de la deuda y el futuro económico del país.
Durante la entrevista, Lijalad cuestionó a Boggiano sobre la posibilidad de que el dinero ingresado a través del nuevo acuerdo con el FMI no termine en manos de quienes buscan evadir responsabilidades económicas. En lugar de ofrecer una respuesta contundente, Boggiano admitió que no hay garantías de que los fondos se utilicen de manera responsable, lo que plantea serias dudas sobre la gestión de Luis Caputo al frente del Ministerio de Economía.
La falta de confianza en el manejo de la deuda se ve acentuada por las declaraciones de Boggiano, quien, al quejarse de la falta de preguntas complacientes, reveló que el gobierno está buscando financiamiento de otros organismos internacionales. Esta búsqueda de financiamiento adicional sugiere que la administración Milei se encuentra en una situación precaria, dependiendo de nuevos préstamos para mantener a flote su política económica.
La confesión de Boggiano puede interpretarse como un indicio de que el gobierno está preparando el terreno para una posible fuga de capitales. La referencia al “carry trade”, una estrategia de inversión que implica tomar prestado en una moneda de bajo interés para invertir en una de mayor rendimiento, sugiere que se anticipa un escenario donde los dólares que ingresen por la nueva deuda podrían ser rápidamente transferidos fuera del país por inversores especulativos.
Este contexto plantea serias preguntas sobre la sostenibilidad de la política económica del gobierno de Milei. La falta de garantías sobre el uso de los fondos del FMI y la búsqueda de financiamiento adicional indican una gestión económica que podría estar más enfocada en la supervivencia a corto plazo que en la construcción de un futuro sólido y estable para Argentina.
En conclusión, la entrevista con Boggiano revela la fragilidad de la situación económica actual y la falta de confianza en el manejo de la deuda por parte del gobierno. Sin garantías claras sobre el uso responsable de los fondos, el riesgo de fuga de capitales se convierte en una preocupación latente, lo que podría tener consecuencias devastadoras para la economía argentina en el futuro cercano. La administración de Milei enfrenta un desafío crítico: demostrar que puede gestionar la deuda de manera efectiva y construir un camino hacia la estabilidad económica sin caer en los errores del pasado.
