En el panorama político actual de Mendoza, el Partido Demócrata (PD) se encuentra en una encrucijada, con su vicepresidente, Carlos Balter, adoptando una postura firme en medio de los cambios que atraviesa la política argentina. Su resistencia a aceptar la buena relación entre Alfredo Cornejo, líder de la Unión Cívica Radical (UCR), y el gobierno de Javier Milei, refleja no solo diferencias ideológicas, sino también una estrategia política que busca reafirmar la identidad del PD en un contexto de alianzas cambiantes.

Un Veterano en la Arena Política

Carlos Balter, un veterano dirigente del PD, ha sido un actor clave en la política mendocina por décadas. En su reciente entrevista con Canal 9, Balter dejó claro que no está dispuesto a ceder ante las dinámicas del radicalismo que representa Cornejo. Aunque reconoce que la buena relación de Cornejo con el gobierno nacional puede ser un indicativo del avance de ciertas ideas, no olvida las viejas disputas y desencuentros que han marcado la historia del PD dentro de la coalición Cambia Mendoza.

Balter ha sido un crítico de la manera en que el radicalismo ha manejado sus relaciones y decisiones, argumentando que el PD, como fuerza fundacional de Cambia Mendoza, no ha visto cumplidas sus demandas en el pasado. Esta postura lo coloca en una posición similar a la de Julio Cobos en la UCR, quien también ha mostrado resistencia ante ciertas alianzas, destacando la importancia de mantener la autonomía y los principios de su partido.

La Relación con Javier Milei

El rol de Balter en la política nacional ha sido significativo, especialmente cuando “prestó” el sello del PD a Javier Milei en sus inicios, cuando el actual presidente no contaba con un partido propio. Sin embargo, a pesar de su participación en el gobierno nacional, Balter se muestra cauteloso respecto a la influencia de Karina Milei en Mendoza y su “armado” con el radicalismo.

Facundo Correa Llano, un exmiembro del PD que se ha alineado con Milei, ha tomado un papel destacado en la estrategia del presidente en Mendoza. Balter, aunque reconoce a Correa Llano como un aliado, no ve al PD como un partido que deba ser subordinado a las decisiones de La Libertad Avanza, el partido de Milei. Esta distinción es crucial para Balter, quien busca mantener la autonomía del PD y su relevancia en el escenario político local.

La Estrategia del PD en el Futuro

La resistencia de Balter a aceptar la buena relación entre Cornejo y Milei no es solo una cuestión de rivalidades personales; es parte de una estrategia más amplia para posicionar al PD como un actor relevante en las elecciones venideras. En un contexto donde las alianzas y los partidos tradicionales enfrentan desafíos significativos, Balter busca reafirmar la identidad del PD y su capacidad para influir en la política mendocina.

Con el horizonte electoral cada vez más cercano, el Partido Demócrata deberá encontrar un equilibrio entre mantener su independencia y explorar posibles alianzas que le permitan competir efectivamente. Balter, con su experiencia y determinación, se perfila como un líder que no está dispuesto a comprometer los principios de su partido, y su resistencia podría ser clave para el futuro del PD en Mendoza.

Conclusión

Carlos Balter y el Partido Demócrata de Mendoza se enfrentan a un momento decisivo en la política argentina. Su negativa a aceptar las dinámicas actuales y su firmeza en la defensa de la identidad del PD son un testimonio de la complejidad del escenario político. A medida que se acercan las elecciones, la capacidad de Balter para navegar estas aguas turbulentas será fundamental para determinar el papel del PD en el futuro de Mendoza y en la política nacional.

Deja un comentario