
Chile y Argentina, a pesar de compartir una extensa frontera de más de 5.000 kilómetros y un idioma común, están experimentando trayectorias políticas divergentes bajo el liderazgo de sus respectivos presidentes: Javier Milei en Argentina y Gabriel Boric en Chile. Este informe analiza las diferencias en sus enfoques de gobierno y las implicaciones que estas tienen para la integración entre ambos países.
Enfoques Gubernamentales
Javier Milei (Argentina)
Desde su llegada al poder, Javier Milei ha implementado una agenda centrada en la reducción del tamaño del Estado argentino. Su gobierno se caracteriza por:
• Reducción del Estado: Milei ha tomado medidas drásticas para disminuir la burocracia estatal, incluyendo la eliminación de ministerios y la reducción del número de funcionarios públicos. Su objetivo es combatir la corrupción y la ineficiencia que, según él, han llevado a Argentina a un estado de decadencia.
• Privatizaciones: Milei aboga por la privatización de empresas estatales, incluyendo la posibilidad de privatizar Codelco, una de las mayores productoras de cobre del mundo, en contraste con la postura del gobierno chileno.
• Fuerzas Armadas: Ha impulsado un plan para mejorar la capacidad de defensa del país, reivindicando el papel histórico de las Fuerzas Armadas en Argentina.
• Relaciones Internacionales: Milei busca estrechar lazos con líderes como Donald Trump y Giorgia Meloni, distanciándose de organismos multilaterales como la ONU, lo que refleja una política exterior alineada con el liberalismo clásico.
Gabriel Boric (Chile)
Por otro lado, el presidente chileno Gabriel Boric ha adoptado un enfoque que contrasta marcadamente con el de Milei:
• Expansión del Estado: Desde el inicio de su mandato, más de 100,000 nuevos funcionarios han sido incorporados al Estado, lo que ha resultado en un aumento significativo del tamaño del aparato público.
• Política Feminista: Boric ha promovido una política exterior centrada en la equidad de género, lo que ha influido en su enfoque hacia las relaciones internacionales y la discusión pública en Chile.
• Fuerzas Armadas: A diferencia de Milei, Boric ha reducido el presupuesto destinado a las Fuerzas Armadas, minimizando su rol en la sociedad.
• Inmigración: Chile ha mostrado una postura más permisiva en cuanto a la inmigración, con planes para legalizar la permanencia de inmigrantes que ingresaron ilegalmente, a diferencia de las políticas restrictivas implementadas por Milei en Argentina.
Obstáculos para la Integración
Las diferencias en las políticas de Milei y Boric están creando obstáculos significativos para una mayor integración entre ambos países:
• Desacuerdos Ideológicos: La oposición de Boric a privatizaciones y su enfoque en la política feminista contrastan con la agenda liberal de Milei, dificultando la colaboración en temas económicos y sociales.
• Relaciones Internacionales: Las posturas divergentes en política exterior, con Milei buscando alianzas con líderes de derecha y Boric alineándose con agendas progresistas, están afectando la cooperación bilateral.
• Diferencias en la Gestión del Estado: La expansión del Estado bajo Boric contrasta con la reducción del mismo en Argentina, lo que genera tensiones en áreas como la inversión y la regulación.
Perspectivas Futuras
Con poco más de un año restante en el mandato de Boric, no se vislumbran cambios significativos en la relación con Argentina. La posibilidad de una mejora en la integración dependerá en gran medida de los resultados de las elecciones presidenciales en Chile en marzo de 2026, donde la oposición, que podría adoptar un enfoque más alineado con Milei, tiene posibilidades de triunfar.
Conclusión
Chile y Argentina, a pesar de su cercanía geográfica y cultural, están tomando rumbos separados bajo sus respectivos líderes. Las políticas de Milei y Boric reflejan visiones opuestas sobre el papel del Estado, la economía y las relaciones internacionales, lo que plantea desafíos significativos para la integración entre ambos países. La evolución de estas dinámicas en el futuro dependerá de los cambios políticos que puedan surgir en Chile y de la capacidad de ambos gobiernos para encontrar puntos en común en un contexto regional cada vez más complejo.
