
Un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) revela que, a pesar de la supuesta desaceleración de la población, la crisis económica ha impactado duramente en los sectores populares durante el primer año de gobierno de Javier Milei. Aunque la medición oficial de pobreza indica un 38,3%, el estudio cuestiona su precisión, sugiriendo que, utilizando metodologías más actualizadas, la tasa podría alcanzar el 39,6%.
Los indicadores muestran un deterioro en el empleo, con una contracción del 2% en la economía y caídas significativas en sectores clave como la construcción y el comercio. El consumo privado también ha disminuido un 3,2%, mientras que la inversión prometida por el gobierno ha caído un 16,8%.
El informe destaca que, a pesar de la creación de nuevos cuentapropistas, la presión sobre el mercado laboral ha aumentado, con cerca de 800,000 personas más buscando empleo. Los salarios han sufrido un deterioro alarmante, con una caída del 22% en el sector público y del 10,5% en el sector informal, lo que ha llevado a un incremento del endeudamiento en los hogares y a un mayor uso de ahorros para llegar a fin de mes.
La clase media baja también ha sido gravemente afectada, ampliando la vulnerabilidad y alterando los indicadores de pobreza. Este contexto ha contribuido al aumento de cartoneros y trabajadores informales, reflejando la creciente precariedad económica en el país.

