
En un análisis incisivo sobre la situación política actual, Santiago Cafiero, diputado de Unión por la Patria y ex Jefe de Gabinete y Canciller durante la administración de Alberto Fernández, ha expresado su opinión sobre el gobierno de Javier Milei. Aunque criticó las políticas neoliberales y la orientación financiera del actual gobierno, Cafiero reconoció que Milei muestra un “mejor manejo de la política” en comparación con su predecesor.
Cafiero destacó que el gobierno de Milei cuenta con “amplificadores” y un “oficialismo” que le permite tener una mayor visibilidad y control sobre la agenda pública. Según él, esta capacidad de amplificación es un factor clave que diferencia a la administración actual de la del Frente de Todos, donde, según sus palabras, “no hubo un oficialismo”. Esta falta de cohesión interna, según Cafiero, debilitó la gestión de Fernández, que enfrentó constantes cuestionamientos y falta de apoyo, especialmente del kirchnerismo.
En sus declaraciones radiales, el ex canciller subrayó que “Milei construye muchas más lealtades” que Fernández, lo que ha fortalecido la autoridad presidencial en un contexto donde no enfrenta desafíos internos significativos. “Milei no tiene internas. ¿Cuál es la interna de Milei? Nadie lo cuestiona a él”, afirmó, contrastando esta situación con la administración anterior, donde la falta de unidad se convirtió en un obstáculo constante para la implementación de políticas.
A pesar de su reconocimiento de la habilidad política de Milei, Cafiero no escatimó en críticas hacia su gestión. Describió el enfoque del actual gobierno como un “neoliberalismo financiero y extranjerizante”, sugiriendo que las prioridades de Milei no responden adecuadamente a las necesidades del pueblo argentino. Sin embargo, también reconoció que su administración ha logrado contener la opinión pública de manera más efectiva en comparación con la gestión del Frente de Todos, que, según él, “parecía el Frente de Nadie”.
Cafiero concluyó su análisis sugiriendo que, aunque Milei enfrenta dificultades en varios frentes, su capacidad para mantener la lealtad y el apoyo dentro de su espacio político le otorga una ventaja en términos de estabilidad y control. Esta observación plantea un escenario complejo para la política argentina, donde la percepción de autoridad y cohesión puede ser tan crucial como las políticas que se implementan.
La comparación de Cafiero entre las dos administraciones invita a una reflexión más profunda sobre el estado actual de la política en Argentina y la forma en que las dinámicas internas de los partidos pueden influir en la gobernabilidad y la percepción pública. A medida que el gobierno de Milei avanza, será interesante observar cómo maneja los desafíos que se presenten y si su estrategia de lealtades puede sostenerse en el tiempo.
