pjlla

«Recuerdo cuando recorríamos la provincia y costaba sumar gente, no encontrábamos espacio, y nadie creía que podíamos llegar a ser gobierno», fue una de las frases dichas por Jairo Guzmán (quien desde su cargo de titular del PAMI en Santa Cruz se atribuye el titulo de «referente» de la Libertad Avanza en Santa Cruz) durante su paso por la zona norte. Ocurre que Guzmán, mientas «finge demencia» sobre las diversas denuncias en su contra como funcionario de la obra social de los jubilados, asume que él es «el Milei» de Santa Cruz y se muestra como una alternativa a «lo viejo».
Por su parte, el intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso también emprende una gira por la zona norte provincial, tras haber consumado la virtual «ocupación» del PJ santacruceño en el amañado Congreso del sábado pasado.
«Las comunidades deben sentirse cerca. Hay muchas divisiones y peleas, necesitamos juntarnos para que a todos nos vaya mejor», dijo recientemente Grasso al anunciar la agenda de actos que lo llevarán por Caleta Olivia, Las Heras y Puerto Deseado; iniciando hoy en la ciudad del Gorosito con la inauguración de una oficina de turismo.
A la pregunta de ¿qué tienen en común LLA y el PJ santacruceño?, es que ambos espacios políticos salieron a «buscar votos» en el territorio que es la base electoral del partido SER, que llevó a la gobernación a Claudio Vidal. Pero hay otras similitudes; sobre todo en las contradicciones que expresan.

La conducción «soy yo»

Si hablamos de «sellos», tanto el PJ como LLA parecieran estar convencidos que la denominación partidaria ya les da una base electoral. Eso es lo que hoy asemeja a la oposición santacruceña.
Pero si nos referimos a los dirigentes mencionados también hay similitudes: ambos se consideran los dueños de sus partidos.
Quienes han tratado con Guzmán coinciden en que no sólo se cree el «único y legitimo» candidato a diputado nacional por la LLA en la provincia, sino que fantasea con dar un «batacazo» que lo catapulte como «figura» nacional. Por eso pregona que el partido del presidente Milei podría sacar en Santa Cruz «hasta dos bancas» en las próximas legislativas.
En el contexto del PJ, Grasso también considera que es el «único» que puede sacar adelante el partido tras la derrota del 2023 (aunque él haya sido el principal responsable) y ahora, con la expulsión de disidentes y suspensión de mas de 300 afiliados considera que puede imponer condiciones hacia adentro. Puntualmente definir quienes integrarán la lista del PJ santacruceño.

Busca votos «norteños»

Tanto Grasso como Guzmán, se enfocaron en la zona norte para «primeriar» adhesiones lejos de la capital provincial donde habitualmente tienen sus reductos.
Aunque, a decir verdad, en el caso del funcionario de PAMI sabe que «los decisores» en Buenos Aires aún no están convencidos de lo que pueda ofrecer como dirigente. En el caso del intendente de Río Gallegos, espera que su «sociedad» con el intendente de El Calafate, Javier Belloni y sus «buenos oficios» le permita no ser «vetado» por Cristina y Máximo Kirchner.
Aunque Grasso insiste en que mirará «desde afuera» la elección, su gira por zona norte apunta a mostrarse como «conductor» en el nuevo escenario político.
En cuanto a Guzmán, es prisionero de la interna entre Karina Milei y «los Menem», versus Santiago Caputo.
Como dice la frase popular «el tiempo es tirano», pero no tan tirano como son los jefes partidarios que exigirán resultados.
Es por eso que salieron con tanto tiempo de anticipación a hacer campaña donde saben que el terreno es mas hostil; sino que lo diga Grasso en función de los votos obtenidos en lugares como Caleta Olivia en la última elección.

Ajustando el discurso

Alguien les aconsejó que lo que tenían que hacer es «mostrarse» como «lo nuevo» y allá van con sus discursos; aunque poco tengan de novedosos.
Mientras que Guzmán ya se estudio de memoria el discurso de «la batalla cultural», Grasso desempolvó el mensaje de «unidad».
En el primero de los casos, el funcionario de PAMI pretende introducir un concepto ideológico y sobre todo mostrarse como la «alternativa anti K»; aunque ese fue el mensaje central de Vidal en su campaña del 23.
Grasso, fue modificando su postura interna y de convocar a construir una alternativa de renovación del peronismo, terminó echando a los que discrepaban y ahora busca reconstruir el «viejo» kirchnerismo con jerarquías; ese que bajaba línea y se obedecía.
Por otra parte, en cuestiones dialécticas, cuando Guzmán cuestiona y reclama «una gestión que diversifique la economía» al referirse al gobierno provincial pasando por alto que Vidal llegó hace menos de dos años luego de 30 años de kirchnerismo; apunta exactamente lo mismo que algunos sectores de la oposición le endilgan a Milei respecto a la falta de celeridad de los cambios estructurales.
Lo de Grasso es de manual: le apunta al gobierno provincial como principal enemigo, «persigue» a disidentes en la interna; mientras usa la billetera (de los contribuyentes de la capital provincial) para desplegar la estructura que luego plenea usar. Ocurre que Grasso tiene en su cabeza ir por la revancha a la gobernación, pero sabe que esta no se la puede perder.
Por eso su discurso es :»Tenemos un solo interés, el de la gente».
Con este remanido y simplón discurso, que nos recuerda a los clichés que usaba Alicia Kirchner cuando no quería decir nada, Grasso inicia hoy actos oficiales de la municipalidad de Río Gallegos en zona norte. Luego convocará a los afiliados – ya atemorizados por las sanciones – y les dejará en claro que él es el que manda ahora en el PJ.

Deja un comentario