
Por Karin Hiebaum de Bauer – Viena / Buenos Aires, para Más Prensa Europa
Hay encuentros que no se planean pero parecen escritos con tinta invisible en el mapa de la vida. Fue una de esas noches de fin de año en Viena —con copos de nieve y luces que se reflejaban en los cristales— cuando conocí a Verónica Kolodesky, psicóloga, emprendedora y, como ella misma se define, “una eterna curiosa de las emociones humanas”. Bastó una conversación breve para sentir esa chispa de afinidad que suele darse entre colegas que comparten mirada y sensibilidad. Desde entonces, la comunicación no se interrumpió. Este 2025 tuve la oportunidad de reencontrarla en Buenos Aires, su ciudad natal, y descubrir en persona la magnitud de sus proyectos y la calidez de su ser.
Verónica Kolodesky es, sin exagerar, una de esas mujeres que logran integrar mundos aparentemente opuestos: el rigor del pensamiento clínico con la creatividad del diseño, la profundidad emocional con la practicidad del día a día, la raíz argentina con una visión global. Su nombre está ligado tanto a la psicología migratoria y emocional como al universo de los viajes y el diseño emocional a través de su marca “Vestir tu Maleta”, que desde hace años viste las valijas de los viajeros más exigentes con fundas, accesorios y objetos de confort que invitan a viajar con identidad y belleza.
Pero hoy el centro de su vida profesional se concentra en un proyecto de enorme valor humano y social: “Rehabitarme”, una propuesta de acompañamiento psicológico para quienes migran y para quienes se quedan. Porque, como ella misma afirma con convicción:
“Cuando alguien emigra, todo el sistema se mueve. No migra una sola persona: migra una historia entera.”
El origen de una mirada: entre el amor, el duelo y la distancia
El germen de Rehabitarme nació de una experiencia personal. Verónica cuenta que el punto de inflexión fue la decisión de su hijo de postularse a universidades en el extranjero. “Ahí se me movió el piso —dice—. Yo, que acompañé durante años a tantas personas en sus procesos de cambio y duelo, me encontré frente al mío: el del nido que se vacía y la identidad que se reconfigura.”
Esa vivencia personal se transformó en motor de creación. Desde su consultorio en Buenos Aires y con una red de colegas en distintos países, comenzó a explorar la psicología migratoria desde una doble perspectiva: la del que parte y la del que se queda.
Así nacieron los dos pilares del proyecto:
- Lado A: el migrante, coordinado por la psicóloga Lucía Vigliero, residente en España, quien aporta su propia experiencia de traslado y adaptación.
- Lado B: el anclaje, guiado por Verónica, que acompaña a quienes permanecen en el país de origen, ayudándolos a elaborar el duelo y a “rehabitarse” emocionalmente.
El nombre del proyecto no es casual. “Rehabitarme”, explica Kolodesky, “implica volver a habitar el cuerpo, la casa, la vida. Reaprender a estar en un lugar cuando algo esencial cambió. Ya sea porque te fuiste o porque alguien querido se fue, hay que volver a encontrar sentido en el nuevo espacio que queda.”
Psicología migratoria: una disciplina necesaria
Aunque la migración es tan antigua como la humanidad, el enfoque psicológico sobre sus efectos emocionales es relativamente reciente. La Psicología Migratoria y Emocional aborda las múltiples dimensiones del cambio: la pérdida, la adaptación, la reconstrucción de identidad y la gestión de vínculos a distancia.
Verónica lo explica con claridad clínica pero con tono cercano:
“El proceso migratorio no es solo un cambio geográfico. Es un proceso de duelo. Se dejan atrás rutinas, afectos, lenguajes, olores, y se debe construir una nueva versión de uno mismo. Pero también sufre quien se queda: madres, parejas, amigos. Todos atraviesan su propio movimiento interno.”
En Rehabitarme, Kolodesky y Vigliero trabajan con talleres, charlas, recursos digitales y guías prácticas que ofrecen herramientas tanto a los migrantes como a los profesionales que los acompañan. El enfoque es integrador: combina psicoanálisis, terapia cognitivo-conductual, constelaciones familiares y prácticas de bienestar emocional.
“No creemos en una única mirada —aclara Verónica—. Lo emocional necesita ser abordado desde la complejidad, con respeto y apertura.”
El proyecto: una comunidad en movimiento
Rehabitarme no es solo un programa terapéutico; es una comunidad que crece en torno a la empatía, la pertenencia y la contención mutua. A través de espacios virtuales y presenciales, las creadoras impulsan charlas y talleres donde las personas pueden compartir sus experiencias migratorias, aprender herramientas para transitar los duelos y fortalecer los lazos afectivos.
La propuesta se divide en dos ejes complementarios:
- Lado A – Migrante: orientado a quienes dejaron su país y necesitan integrar su nueva identidad, sostener vínculos a distancia y manejar el sentimiento de desarraigo.
- Lado B – Anclaje: dirigido a quienes permanecen, abordando la soledad, el vacío y la reconfiguración de la vida cotidiana después de la partida de un ser querido.
En ambos casos, el propósito es el mismo: convertir el impacto migratorio en un proceso de crecimiento personal. “No se trata de negar el dolor —explica Kolodesky—, sino de transformarlo en movimiento, en aprendizaje, en posibilidad.”
Durante 2025, Rehabitarme se expande a Europa con una gira de talleres y charlas bajo el lema “Psicología Migratoria y Emocional: cuando alguien se va, todos se transforman”. Entre marzo y mayo, el equipo visitará diversas ciudades —Madrid, Viena, Berlín y Roma— con el propósito de llegar a las comunidades hispanohablantes residentes en el exterior.
En Viena, tendré el honor de ser una de las anfitrionas del encuentro, acompañando a Verónica en la presentación de esta propuesta que tanto necesita el mundo actual: una mirada humana, integradora y esperanzada sobre la migración.
Una vida de vínculos y proyectos
Verónica Kolodesky no es solo psicóloga. Es también una mujer de acción, de proyectos concretos que combinan sensibilidad y creatividad. Su marca “Vestir tu Maleta”, nacida hace más de una década, revolucionó el concepto de los accesorios de viaje en Argentina, con fundas para valijas, antifaces, mantas y almohadas que mezclan diseño y bienestar.
Allí también se revela su filosofía: viajar liviano, pero con sentido.
Cada objeto tiene una historia, cada colección una intención emocional. “Vestir tu Maleta nació de mi amor por los viajes y mi curiosidad por el mundo —dice—, pero también del deseo de acompañar a las personas en sus movimientos, físicos o emocionales. Todo viaje, al fin y al cabo, es interno.”
Su liderazgo en el emprendimiento se basa en la confianza y la colaboración. Como dijo en una entrevista reciente:
“Liderar es confiar en la habilidad de otros. Me gusta rodearme de gente talentosa y dejar que sus capacidades brillen. El verdadero liderazgo no es controlar, sino inspirar.”
Ese mismo espíritu se refleja en Rehabitarme, donde la complementariedad con Lucía Vigliero resulta clave. “Lucía representa el lado del océano que yo no vivo —explica—. Ella está allá, en España, acompañando a los que migraron; yo estoy acá, trabajando con los que quedaron. Somos dos orillas del mismo río emocional.”
Las guías de Psicología Migratoria y Emocional
Otro aporte significativo del proyecto son las guías profesionales que el equipo desarrolla para instituciones y especialistas en salud mental.
La primera, elaborada por Lucía Vigliero, está destinada a psicólogos y terapeutas que trabajan con migrantes, ofreciendo estrategias basadas en evidencia clínica y experiencia personal.
La segunda —a publicarse en 2025— integrará ambas perspectivas, el Lado A y el Lado B, constituyéndose en un recurso de referencia en el campo de la psicología migratoria.
Estas publicaciones buscan llegar a embajadas, consulados, asociaciones de migrantes y bibliotecas digitales universitarias, fortaleciendo el acceso a materiales actualizados sobre bienestar emocional en contextos de movilidad.
“Queremos democratizar el conocimiento —dice Verónica—. Hay muchas personas atravesando duelos migratorios en silencio, sin saber que lo que sienten tiene nombre y tiene acompañamiento posible.”
La dimensión humana detrás del proyecto
Más allá de los logros profesionales, lo que distingue a Verónica Kolodesky es su humanidad. En persona, su calidez se percibe de inmediato. Habla con una sonrisa suave, mira con atención genuina y escucha con presencia plena. Su modo de estar en el mundo combina fuerza y ternura.
Durante mi visita a Buenos Aires, compartimos largas conversaciones sobre identidad, pertenencia y cambio. Me conmovió su manera de transformar cada vivencia personal en conocimiento compartido. “Todo lo que me pasa, lo pienso clínicamente —me confesó entre risas—. Es mi forma de procesar la vida.”
Para ella, la migración es una metáfora de todos los procesos humanos de transformación. “Migrar no siempre es mudarse de país —dice—. A veces migramos de una etapa de la vida a otra, de una relación, de una forma de pensar. Cada cambio implica un duelo y una posibilidad de rehacerse. Rehabitarme es, en el fondo, un verbo para todos.”
Rehabitar como forma de vida
El concepto de rehabitar atraviesa no solo su trabajo clínico, sino también su filosofía personal. En su casa, luminosa y acogedora, todo tiene sentido: los colores, las plantas, los libros, los objetos de viaje. “Me gusta que los espacios hablen —dice—. Que cuenten historias, que contengan.”
Quizás por eso, Rehabitarme no se siente como un proyecto más, sino como una consecuencia natural de su recorrido vital. Es el resultado de años de escucha, estudio, viajes, pérdidas y aprendizajes. Un puente entre la psicología y la vida real, entre el análisis y la empatía.
Una invitación al reencuentro
A medida que el mundo se vuelve cada vez más móvil y las distancias físicas se multiplican, proyectos como Rehabitarmese vuelven esenciales. Nos recuerdan que, aunque cambien los paisajes, las emociones humanas siguen siendo el punto de encuentro.
Como periodista y como psicóloga, me emociona ver surgir propuestas que integran lo profesional con lo humano. Rehabitarme no solo acompaña procesos migratorios: invita a reconectar con uno mismo, a reconstruir vínculos, a entender que toda partida también abre una llegada.
Verónica Kolodesky lo resume con una frase que podría ser lema de vida:
“No se trata de volver a ser la misma persona, sino de aprender a ser nueva en el mismo lugar.”
Un cierre que abre caminos
Mientras nos despedíamos en Buenos Aires, Verónica me entregó una pequeña libreta con la inscripción “Viajar es moverse por dentro”. Me dijo: “Esto es Rehabitarme en una frase”. Y entendí que su trabajo, en el fondo, es eso: ayudar a las personas a moverse internamente, a encontrar hogar dentro de sí mismas, sin importar en qué punto del mapa estén.
La gira europea que comenzará en marzo no es solo un recorrido geográfico, sino un viaje emocional compartido. En Viena, su mensaje encontrará eco en tantas voces que buscan pertenecer en la distancia, en tantos corazones que aprenden a rehacerse entre dos mundos.
Porque, como dice Verónica Kolodesky,
“Migrar no es irse: es transformarse. Y la transformación siempre empieza por volver a habitarse.”
Contacto del Proyecto
REHABITARME – Psicología Migratoria y Emocional
Lic. Verónica Kolodesky – Lado B (Argentina)
📞 +54 9 11 6822-0232
📧 [email protected]
🌐 Instagram / Facebook: @rehabitarme.proyecto


