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La empresa Mattel comercializa 17 nuevas muñecas en homenaje a personajes femeninos que rompieron barreras y cumplieron sus sueños.
Barbie siempre estuvo ligada a mujeres superficiales: rubias, de pelo lacio y bien curvilíneas. Pero gracias a la lucha feminista, cada vez hay más toma de conciencia desde edades tempranas.
Así mismo y tratando de romper los estereotipos, Mattel viene sorprendiendo con colecciones especiales de muñecas con cuerpos más variados, diferentes colores de piel y profesiones y looks distintos.
El último lanzamiento especial se debe al Día de la mujer y es un homenaje a 17 mujeres inspiradoras del ámbito del arte, la ciencia y el deporte. La campaña, que en redes publicitan bajo el hashtag #MoreRoleModels (más modelos a seguir) busca destacar a representantes femeninas que lucharon por cumplir sus sueños en una sociedad machista.
Las elegidas fueron: Frida Kahlo?, reconocida por su estilo único en pintura y activa militante en los derechos de la mujer. Amelia Earhart, la primera mujer aviadora en cruzar el Océano Atlántico. Katherine Johnson, física y matemática que batió récords de cálculos de trayectorias para la NASA. Misty Copeland, bailarina de ballet estadounidense del American Ballet Theatre (ABT), una de las tres principales compañías de ballet clásico de Estados Unidos.
Gabby Douglas, gimnasta artística estadounidense que participó en los Juegos Olímpicos. Ibtihaj Muhammad, campeona de esgrima. Patty Jenkins, cineasta y directora de la película Wonder Woman. Hélène Darroze, chef francesa de gran prestigio con estrellas Michelin y restaurantes propios. Hui Ruoqi?, una campeona de vóley china. Nicola Adams, boxeadora británica y la primera mujer en ganar un título de boxeo olímpico. Chloe Kim, deportista especializada en snowborad que se convirtió en la mujer más joven en ganar una medalla olímpica.
Bindi Irwin, una conservadora de fauna salvaje. Sara Gama, italiana y jugadora de fútbol. Martyna Wojciechowska, periodista y escritora polaca que además ascendió a las “Siete cumbres”. Guan Xiaotong, actriz china. Ava Duvernay, directora, guionista, productora y actriz estadounidense y por último Leyla Piedayesh, diseñadora iraní.
Todas ellas saldrán a la venta el próximo 20 de abril y cada una incluirá información educativa sobre la mujer que la inspiró. En el video que presenta la colección, Barbie adelanta: “Porque imaginar que puedes ser lo que sea es sólo el comienzo. Realmente ver que sí puedes hacerlo, hace toda la diferencia”.

Por qué se celebra
La revolución fue, en esencia, un fenómeno triple porque: cambió la economía, que comenzó a ser capitalista, la sociedad introdujo dos sectores sociales nuevos: los obreros (dueños de su fuerza de trabajo que vendían a cambio de un salario) y los empresarios (dueños de los medios de producción; fábricas, máquinas) y,
en tercer lugar, cambió la forma de producción que pasó de ser artesanal a mecanizada. En este orden de cosas, el historiador Eric Hobsbawm afirma que la revolución modificó radicalmente la vida de los trabajadores pobres sin ofrecerles nada a cambio.
Al transformarse las condiciones básicas de la vida económica y social, la industrialización tuvo importantes repercusiones, tanto sobre el trabajo de la mujer, como en el papel que se esperaba que ella cumpliera en la sociedad. Empezó entonces a producirse una separación entre los ámbitos del hogar y del trabajo, a mediados del siglo XIX comenzó a verse al trabajo como una “desviación” de la función que se consideraba adecuada para la mujer: ser madre y esposa. Por eso, muchas abandonaban su trabajo, mientras las que tenían grandes dificultades económicas no podían dejar su empleo en la industria textil, en las minas o el servicio doméstico, a pesar de que cobraban salarios muy inferiores a los hombres.

Contexto
Libertad, igualdad, fraternidad
La revolución francesa estalló en 1789 y las ideas racionales de la Ilustración sentaron las bases para los cambios que se producirían en el mundo contemporáneo. Fundamentalmente, la revolución terminó con el Antiguo Régimen basado en grandes desigualdades sociales y gobiernos absolutos. Es sabido que entre los logros más notables de la revolución figura la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que, en su primer artículo, dice: “Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos”.
Pronto la revolución encontró el lema que la representaría: Libertad, Igualdad, Fraternidad. Tanto en la Declaración de Derechos como en sus principios, el proceso revolucionario no incluía a las mujeres.
Chaumette decía así en la Asamblea: “¿Desde cuándo le está permitido a las mujeres abjurar de su sexo y convertirse en hombres? ¿Desde cuándo es decente ver a las mujeres abandonar los cuidados devotos de su familia, la cuna de sus hijos, para venir a la plaza pública, (…) a realizar deberes que la naturaleza ha impuesto a los hombres solamente?” Parece claro entonces que las mujeres “formateadas” bajo las duras condiciones de las fábricas, que cambiaron sus vidas de manera irreconocible y a la sombra de la revolución francesa, que las ignoró, pueden encontrarse las raíces de sus reclamos.

Olimpia de Gouges
Heroína de la primera ola feminista
En 1893 un grupo de francesas creó la Sociedad de las Republicanas Revolucionarias. Muchas vestían la escarapela tricolor sobre su peinado, otras el gorro frigio e, incluso, el pantalón rojo.
La revolucionaria Olimpia de Gouges publicó en 1791 la “Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana”. En algunos de sus párrafos decía: “La mujer nace libre y debe permanecer igual al hombre en derechos (…). La Ley debe ser la expresión de la voluntad general; todas las ciudadanas y ciudadanos deben contribuir, personalmente o por medio de sus representantes, a su formación (…)”.
Fue también una precursora de la protección de la infancia y de los necesitados. Olimpia murió guillotinada por los jacobinos, los mismos que predicaban igualdad y justicia]; los mismos que, en el polo opuesto del proceso, guillotinaron a María Antonieta y al último monarca absoluto Luis XVI. La ejecución de Olimpia simbolizó el fracaso de los reclamos feministas durante la revolución, que era para los franceses, no para las francesas.
En este “orden” -o “desorden”- de cosas, las mujeres se encontraron sujetas a las reglas de dos revoluciones; si bien ningún reclamo fue atendido, el feminismo empezaba a surgir (incluso antes de que Alexandre Dumas (hijo) lo nombre por primera vez) producto de las ideas de la Ilustración que promovían la libertad, la igualdad, la razón como instrumento del conocimiento, la democracia y el progreso constante de la humanidad.

8 de marzo
Las razones del paro de mujeres
El 8 de marzo de 1857 las obreras de la industria textil de New York, en Estados Unidos, organizaron una protesta. Luchaban por mejores salarios y condiciones laborales.
El 8 de marzo de 1908 alrededor de 15 mil mujeres se manifestaron por las calles de Nueva York, para exigir la reducción de horas de trabajo, mejores salarios, el derecho al voto y el fin del trabajo infantil. El slogan fue “Pan y Rosas”, el pan simbolizaba la seguridad económica, y las rosas, una mejor calidad de vida.
Un hito en esta lucha es el Día de la Mujer, celebrado por primera vez en 1909. En 1910, en la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, se propone como Día Internacional de la Mujer, en favor de los derechos de la mujer y por el sufragio femenino universal. Un año después, el 25 de marzo en una fábrica textil Trangle Shirtwaist Company, de Nueva York, a raíz de un incendio, mueren más de 140 obreras, la repercusión DE este hecho influyó en que el Día de la Mujer se fuera incluyendo en el calendario de la agenda pública de muchos países.
En 1975 y coincidiendo con el Año Internacional de LA mujer, las Naciones Unidas conmemoraron por primera vez el Día Internacional de la Mujer.
El Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, entre otras cosas, dijo en un mensaje el 1° de marzo pasado que conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres y las niñas son tareas pendientes de nuestra época y constituyen el mayor desafío en materia de derechos humanos del mundo.
*Por Patricia Lasca, profesora de historia.