Caleta Olivia
Cuando el 20 de diciembre del año pasado la ex Senadora Nacional María Ester Labado fue designada para cubrir el cargo de Directora General de Zona Norte del Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda (IDUV) dos cosas llamaron la atención: en primer lugar la designación se hacía con retroactividad al día 10 de diciembre, y por otra parte, se remarcaba en el documento que la función sería cumplida Ad Honorem, es decir sin percibir ninguna retribución económica.
La llegada de una ex legisladora nacional a un cargo de la importancia de directora del IDUV; y el hecho que no cobrara por su trabajo, no tenía antecedentes y fue presentado como un verdadero acto de militancia.
Pero ahora se sabe la verdad. Labado tenía asegurado un jugoso salario, ya que casi simultáneamente a dejar su banca, fue nombrada en la planta transitoria del Senado de la Nación.
El expediente, señala que el Prosecretario Administrativo, Mario Domingo Daniele, solicitó la designación de Maria Ester Labado para cumplir funciones en la “Prosecretaría Administrativa”, curiosamente, a partir del día 11 de diciembre de 2017. De este modo, se puede ver la maquinaria totalmente aceitada del kirchnerismo, para “no dejar afuera” a ninguno de sus dirigentes.
Fue así que por apenas 24 horas se dejó sin un cargo o designación a Labado, y garantizándole además una considerable retribución.
Vale mencionar que la Resolución también deja establecido el monto que cobraría ya que la encuadra en la categoría “A-1” que sumado a la antigüedad podría superar los 70 mil pesos, de acuerdo a la escala salarial 2017 del Senado, que en la actualidad se habría actualizado en un 20 por ciento.
Vivir de la política
Claramente la designación en la estructura del Estado de un “un cuadro político” – como les gusta denominarse – no tiene nada de ilegal o irregular, aunque la eternización en los cargos, la permanencia acérrima en la función publica se ha transformado en una práctica consuetudinaria, es decir una costumbre, un “derecho no escrito”. De este modo, están habitados a vivir de la política, y a hacer política con el dinero del Estado.
Un detalle: Ad Honorem, significa literalmente,”por la honra, por el prestigio o la satisfacción personal que la tarea brinda”. Algo que a la vista de los hechos dista mucho de la realidad.