Buenos Aires
José “Josesito” López, está dispuesto a hablar y dar los detalles que faltan para que la Justicia logre desentrañar definitivamente la red de corrupción que asoló al país desde el gobierno del kirchnerismo.
El ex “segundo” del Ministro de Planificación Federal, Julio de Vido ( preso), pidió ser trasladado del penal de Ezeiza dado que “teme por su vida” y para convertirse en un nuevo testigo “arrepentido” en la causa de las coimas.
López, otro de los históricos funcionarios K, que dio sus primeros pasos en el gobierno provincial de Néstor Kirchner, como titular del Insitito de Desarrollo Urbano y Vivienda ( IDUV), y que luego fue el principal operador nacional en las millonarias obras publicas, ahora esta dispuesto a hablar y podría “hundir” el relato que quiso pasar a la historia como la “Década ganada”.
Si López habla, se cae todo, especulan en Santa Cruz quienes conocieron o estuvieron cerca de este personaje clave en la “recaudación” que mandaba a hacer “el Lupo”.
Semanas atrás había intentado convencer a la Justicia que no sabía nada, y que había sido forzado a llevar los bolsos con dinero. Ahora, frente a la realidad que los testimonios de otros arrepentidos no le permiten sostener una coartada creíble, pidió al fiscal Carlos Stornelli, declarar como imputado colaborador. Esto se conocerá hoy.
Vale mencionar que los detalles de anticipó a los fiscales Stornelli y Carlos Rívolo aún permanecen bajo llave hasta que el pacto quede sellado con el juez Claudio Bonadio.
La maniobra
Las versiones indicaban que López apuntó a su ex jefe, Julio De Vido, y al matrimonio de ex presidentes, Néstor y Cristina Kirchner, sobre cómo se manejaba y distribuía la obra pública desde su área, que encabezó entre 2003 y 2015. También dio detalles sobre cómo se seleccionaban las empresas, algo que era compatible con la información que se había recolectado.
Las empresas se ponían de acuerdo en cómo ofertar ante una licitación y allí decidían quién ganaba. Después, la firma adjudicataria acordaba con los ex funcionarios de Planificación Federal “cómo se pagaba” del 10% al 20% de adelantos financieros, que volvían casi completos a los funcionarios en modo coima